viernes, 27 de febrero de 2015

LOS SECRETOS DEL BESO NEGRO

Hace unos años, la mayoría de las mujeres no tenían ni idea de lo que era un beso negro. De hecho, hoy en día, aún es alto el porcentaje que desconoce esta práctica, cada vez más común. El beso negro, también conocido como anilingus, continúa siendo una práctica tabú para parte de la sociedad, como ocurría hace tiempo con el sexo oral. Consiste en estimular el ano de la pareja con la lengua para provocarle placer.


Como en todo lo que a sexo se refiere, el beso negro necesita un tiempo de adaptación y aceptación. Muchas parejas ya han incorporado a sus relaciones sexuales habituales el anilingus (beso negro), pasando a formar parte de sus preliminares. Al igual que la penetración anal se ha convertido en una práctica cada vez más normalizada, es probable que con el beso negro ocurra lo mismo. Tiempo al tiempo…
¿Cómo practicarlo?
Si quieres agregar una dosis extra de erotismo y éxtasis a tus relaciones sexuales, sugiere esta práctica. Es una de las mejores formas de magnificar el orgasmo. Ten en cuenta que el beso negro no se limita a besar la zona anal, sino que incluye actividad oral en esa zona, desde lamer el ano hasta chupar los alrededores. Si ya has probado con eso, puedes introducir la lengua y juguetear hasta donde la imaginación te lo permita, pero si te vas a iniciar en esta práctica es mejor que vayas poco a poco. También puedes añadir extras, como lubricantes de sabores.
A la hora de llevar a cabo el anilingus hay que asegurarse de que los dos integrantes de la pareja están plenamente seguros de lo que van a hacer, pues es un tema delicado y no agradable para todo el mundo. Si no se quiere, no se hace. Ten en cuenta que se puede llegar al clímax con otro tipo de sensaciones.
Si te atreves a practicarlo, seguramente el resultado sea muy satisfactorio. Ten en cuenta que la zona anal es muy sensible, y por tanto, muy agradecida. Cualquier cosa que hagas con la lengua, lamer hacia abajo o hacia arriba, en círculos o introducirla en el ano… ¡llevará a tu pareja al séptimo cielo! Pero antes de aproximarte al ano puedes tantear la zona poco a poco, sin prisas: masaje en los glúteos, caricias, besos… observa cómo reacciona tu pareja y ¡déjate llevar!

Algunos trucos para que todo resulte más cómodo.

En este tipo de prácticas relacionadas con el ano, la higiene es absolutamente imprescindible. De esta manera, todo resultará más satisfactorio y saludable. Además de bañarte, es más que recomendable lavar la zona anal con un jabón antibacterial, que los venden en cualquier tienda de autoservicio. No es necesario, pero si te vas a sentir más cómod@ y tranquil@ puedes depilarte cuidadosamente esa zona. Eso sí, hazlo un par de días antes para que no te quede ningún tipo de irritación o ardor.
Lo más importante que debes tener en cuenta es no pasar nunca a estimular oralmente los genitales después de practicar el beso negro. ¡Lávate la boca antes del cambio! Así, podrás evitar provocar infecciones en las vías urinarias. De lo contrario, puedes pasar inadvertidamente bacterias al pene o a la vagina (en caso de mujeres biologicas), así que, mucho cuidado de no dejarse llevar por la pasión del momento.
Asimismo, existe la posibilidad de contagio de infecciones de transmisión sexual con el beso negro.
Definitivamente, el ano tiene muchas terminaciones nerviosas dispuestas a recibir placer, y… ¡qué mejor que la lengua para estimularlo! Si lo practicas con seguridad, decisión, higiene y ganas de divertirte ¡Lo más seguro es que acabes repitiendo la experiencia!


lunes, 23 de febrero de 2015

CONSEJOS PARA LAS NUEVAS CALL-GIRLS

Este texto sólo pretende dar unos cuantos consejos prácticos para aquellas chicas que estén planteando la posibilidad de empezar a trabajar como Escort. Es seguro que deben faltar buenos consejos en él. Si se te ocurre alguno no dudes incluirlo en tu comentario. Cuando se empieza toda ayuda es poca. Si eres Neófita de estos lares, toma buena nota de cuanto leas. Úsalo según te dicte tu sentido común. Adáptalo a ti. Y ¡ADELANTE!



CONSEJOS PARA LAS NUEVAS CALL-GIRLS

-No uses nunca tu nombre verdadero:

Encuentra un nombre que te guste. Será tu “nombre de guerra”, por el cual serás conocida por tus clientes y en general en este mundillo.

Usa un celular solo para este trabajo:

-Compra un celular que solo usaras para tus clientes.
Bajo ningún concepto se lo harás llegar a amigos, familiares, compañeros de trabajo, escuela y en general, A NADIE FUERA DE ESTE AMBITO. Recuerda que tu m ovil es el vehículo  por el que tus clientes pueden contactar contigo, no permitas que lo monopolicen.

-Tus respuestas cuando te llamen, han de ser claras, sencillas y sinceras. No seas ambigua. Explica claramente que servicios  realizas y cuáles no.

-Si hay servicios que los realizas pero con suplemento, hazlo saber si te preguntan por ellos. De este modo no darás pie a mal entendidos.

-No aceptes llamadas de números restringidos, evitarás disgustos.

-Marca un horario de trabajo y llamadas
. No atiendas fuera de él. Nunca llames a un cliente. Como mucho hazle una llamada perdida. Puede estar en casa reunido con sus hijos.
Sé discreta.

-Intenta NO usar el Twitter, FaceBook, o Skype, no sirve para captar clientes, sólo para distraerlos. Evítalos.

Higiene y presencia:

 -Sé escrupulosa en tu higiene y la de tus clientes. No debe valerte el “vengo duchado de mi casa”. Una ducha compartida  asegura una mejor higiene y es muy placentera  para ambos.

-Asegúrate de que das lo mismo que exiges.

-Hazte controles sanitarios cada 3 o 6 meses.

-Lleva algún enjuague bucal para ti y para ellos.

-Puedes añadir un spray bucal de farmacia que lleve: clorhexidina más desinfectante aún.

-Lo aceites para masajes con base acuosa pueden llegar a romper los preservativos.

-No uses perfumes penetrantes.

-No uses maquillajes que puedan dejar rastros.

-No uses porpurina (Pintura brillante), queda impregnada en la ropa y cabello del cliente.

-Depílate con frecuencia.

-Cuida tus pies y manos, a la mayoría de hombres le gusta fijarse en ellos.

-Ve a la estética regularmente.

-Usa una bonita ropa interior y renuévala con frecuencia.

-Tu ropa de calle debe ser insinuante, pero no debe llamar la atención más allá de lo necesario. Debes estar sexy,  pero elegante, huye de la vulgaridad y busca tu propio estilo.

Siempre que el cliente te pida algo de vestuario en particular, intenta complacerlo a la medida que te sea posible.


 Si se trata de acompañarle a una cena u otro evento pregunta donde será,para ir vestida acorde a la situación.


Si dispones de Departamento propio.

-Así mismo se escrupulosa con la limpieza de tu departamento, si lo tienes, y en especial de la habitación donde vas a “jugar”.

-La ropa de cama, así como las toallas, albornoces, zapatillas, etc… deben estar recién salidas del armario para cada uno de tus clientes.

Tu puedes estar esplendida, pero si tu entorno no, la cosa decae.

-Prescinde de animales domésticos y si los tienes, mantenlos encerrados durante el contacto.

-Si eres mujer biológica recuerda que: Es preferible no trabajar durante el periodo. Darte unos días de descanso al mes te será útil para hacer esas gestiones para las que nunca tienes tiempo, Además evitarás infecciones que te apartarán  más tiempo de tu trabajo que el propio periodo.

Normas Básicas de Comportamiento.

-No hables de tu vida privada, más allá de lo necesario.

- No hables mal de tus compañeras. Ellas pueden ayudarte en muchas ocasiones y algunos clientes saben sacar provecho de ciertas rivalidades y enemistades. No te prestes a ese juego. Sé lista.

-No hagas preguntas personales. Si te cuentan, escucha.

Si preguntas, das pie a que te pregunten. Evítalo.

-No mantengas relaciones de tipo sentimental con tus clientes. Más pronto que tarde te traerá problemas.

-Usa un volumen bajo para hablar. Resulta más agradable.

-Sé elegante en tus ademanes.

-Usa siempre el preservativo. Es básico para tu salud. Evita riesgos innecesarios.

Ten claras cuáles son tus normas y hazlas cumplir:

-No aceptes llamadas de números restringidos.

Tú das tu número, exige lo mismo.

-Si un cliente no te da “buena espina” fíate en tu intuición. En muchas ocasiones es preferible un NO  a tiempo, que reparar daños.

-Por tu seguridad nunca apagues tu celular cuando estés realizando un acto, déjalo en silencio y jamás atiendas una llamada mientras  estés con un cliente.

Tu cliente está pagando por ese tiempo y merece toda la atención.

-Busca una persona de confianza a la que puedas decirle siempre donde estas, de qué hora a qué hora y con quien.

-Sé puntual, pide que lo sean.

-Confecciona un listado de precios y pacta el precio y el tiempo que vas a estar en cada contacto. Cúmplelo.

-Cobra por adelantado. Evitarás trabajar en balde, siempre hay graciosillos.

Asegúrate que es dinero de curso legal. Se han dado casos de pago con dinero falso.

Cobra lo mismo a cada cliente por iguales servicios y tiempo. Eso te proporciona seriedad y constancia.

-No lleves documentos identificativos o personales en tu bolso. Ni credencial de elector, licencia de conducir, hay mucho curioso. –Procura tener contactos en el mismo sitio (departamentos, hotel, etc...) así te conocerán  y te sentirás más protegida.

-Si vas a trabajar con fotos, usa las tuyas, nunca falsas. Que sean recientes.

Usa en la medida que sea posible ropa y lencería que sean tuyas.

En ocasiones te pedirán  que acudas a la cita con ellas.

Recuerda que en esta profesión el factor suerte no existe.

Tu suerte será  tu buen hacer y tu sentido común. Echa mano de ellos.



jueves, 19 de febrero de 2015

50 diferencias entre Grey y el BDSM real.

El tema de Cincuenta Sombras de Grey ha causado furor desde que salió el primer libro y ahora, con el estreno de la película, se ha vuelto todo un fenómeno que despertó la curiosidad de muchos. Sólo basta con entrar al Facebook y ver los cientos de memes, parodias que incluyen desde piezas de Lego hasta las princesas de Disney y por supuesto, los que postean sus opiniones como doctores honoris causa en el tema. Por un lado, están los que detestaron el libro y la película y por otro, los apasionados fans from hell de E. L. James.



Claro, no falta quienes salen con sus prejuicios: 'sólo le puede gustar a doñas cincuentonas que dejaron su vida sexual colgada en un gancho' o 'todos los que se identifiquen con estas prácticas están bien dañaditos'.

Bah, nosotros somos unos alegres entusiastas de la diversidad sexual. Es decir, que cada quien viva su sexualidad como mejor le plazca, de forma sensata, consensuada y segura, tal como lo dictan las tres reglas del BDSM (y que aplican perfecto para cualquier práctica sexual).

Por ello es importante hacer algunas aclaraciones sobre lo que se retrata tanto en la película como en el libro, que están muy alejados de lo que es el BDSM.

Realidad vs. ficción


Bococu es practicante de BDSM desde hace 25 años y lleva una relación amo/esclava desde hace más de 10. Con las aportaciones de Amo Dominante, Zadkiel Domine, zurshya Dark y Dariana Darri, nos compartió las 50 diferencias que existen entre el BDSM (real) y lo que se propone en las '50 Sombras de Grey'.

'A mí me parece que, a pesar de sus defectos literarios, ha jugado un papel positivo en la percepción de la sexualidad, específicamente del sadomasoquismo. El libro es una invitación a explorar la sexualidad y a llevar a cabo, dentro de lo posible, fantasías que casi siempre permanecen reprimidas. Después de todo, el BDSM es una variante sexual cuyo fin es proporcionar placer. Cualquier libro o película que ayude a aceptar a personas con gustos diferentes es muy valioso. Sin embargo, dado que la novela y la película son el primer contacto que mucha gente tiene con el sadomasoquismo, creo que es importante señalar que lo que viven Anastasia Steele y Christian Grey tiene elementos que son totalmente opuestos a lo que es el BDSM real'.

Así que aquí les va lo que nos compartió bococu:


1. De pequeño, Christian Grey fue víctima de abuso y por eso practica BDSM. Un Dominante no es un sociópata; la asociación con el abuso infantil es falsa. Yo nunca he conocido un dominante que haya sido víctima de abuso.

2. El BDSM siempre se practica de manera consensuada, nunca unilateralmente. Lo que el libro muestra, raya en el abuso.

3. Una sumisa no vive sufriendo y sintiéndose triste como Anastasia, por el contrario vivimos muy felices.

4. No es necesario ser millonario para practicar el BDSM (ojalá lo fuéramos).

5. El desarrollo de la relación entre Steele y Grey sigue pautas románticas en lugar de seguir una progresión dictada por la práctica del BDSM.

6. Ser dominante no te da acceso a tener 'sexo fácil'. Como cualquier variante sexual, se requiere que encuentres a alguien que le guste lo mismo que a ti.

7. Una relación BDSM no necesariamente termina en matrimonio, en ocasiones sucede, pero no es lo común.

8. El 'contrato' en el BDSM sí se usa, pero es mucho más importante plantear límites y aficiones antes de comenzar una relación.

9. No se menciona en el libro el playlist, una lista de las actividades BDSM en las que pudieran estar interesados los participantes. Una buena manera de conocer a la pareja de juego.

10. Una sesión de BDSM nunca se debe llevar a cabo para sacar el enojo o la frustración de sus participantes, (ALERTA DE SPÓILER) como sucede en la última escena de la película.

11. Christian Grey practica el BDSM porque no es capaz de mostrar sus sentimientos verdaderos. Quienes realmente lo practicamos, involucramos muchos sentimientos como confianza, cariño y amor.

12. Un Dominante verdadero no debe aislar a la sumisa de su familia y amigos.

13. En una relación BDSM, sobre todo en nuestros días, no es necesario que el dominante se haga cargo de las necesidades económicas de la sumisa.

14. Si una sumisa comienza a sentirse vigilada y acosada por el Dominante, lo más sano es terminar la relación.

15. Con una sumisa novata, se recomienda comenzar las prácticas de manera gradual, para comprobar que ella está también disfrutando.

16. El BDSM no es excusa para abusar de un menor como en el caso de la señora Robinson y Christian a los 15 años.

17. El spanking es una práctica erótica muy placentera, no es terrible como lo muestran en el libro.

18. En el BDSM también se puede dar regalos, pero no es la forma de conquistar a una sumisa. (Aunque... ¿quién le dice que no a un coche? Je).

19. Los celos obsesivos, como los del protagonista, destruyen cualquier relación. El BDSM no es la excepción.

20. No se necesita de un 'cuarto rojo' para practicar BDSM, se pueden utilizar muchas cosas que tengamos a la mano. El límite es la imaginación.

21. El 'cuarto rojo del dolor' también podría llamarse el 'cuarto rojo del placer', pues ése es precisamente el punto del BDSM: causar placer mediante el dolor. Si el único objetivo es el dolor, la relación es de abuso.

22. A Christian Grey sus prácticas le provocan culpa y hasta asco. En el BDSM cada quien está seguro de sí mismo y de que realiza estas prácticas por placer.

23. Una mujer con baja autoestima no es la mejor candidata para ser sumisa, ya que si el Dominante no es inteligente, puede terminar peor.

24. El amenazar a la sumisa con dejarla si no acepta lo que el Dominante pretende imponer, lejos de fortalecer una relación, termina con ella.

25. El collar es de los símbolos más importantes en una relación BDSM. No se menciona en el libro ni en la película.

26. El BDSM, bien llevado, no es una patología que requiera de terapia con un psicólogo para 'curarse'.

27. En la película y en el libro no pueden mencionar la palabra 'clítoris', sino que se refieren a él como 'ahí abajo'. En el BDSM la confianza es tal, que no tememos llamar a las cosas por su nombre.

28. En el libro y en la película se muestra la dinámica: estar caliente/tener sexo, estar caliente/tener sexo, estar caliente/tener sexo. En el BDSM la sexualidad de los practicantes es más rica y compleja.

29. La película crea falsas expectativas. Un Dominante no se dedica a adorar a la sumisa con tanta devoción e idolatría, sino que la/lo hace gozar con otro tipo de cosas.

30. Cuando una relación BDSM termina, la sumisa no enloquece como la primera sumisa de Grey, quien hasta psicópata se vuelve.

31. ¿En qué momento del libro se pide un certificado de ITS (infecciones de transmisión sexual)? En el BDSM, como en cualquier práctica sexual, es muy importante.

32. La obra es excitante (o pornográfica) y para quienes no conocen el BDSM podrían creer que también es así.                                            
                                
33. Presentan a Christian y a Ana como protagonistas de un 'cuento de hadas' en donde el príncipe de ojos azules rescata a la débil doncella.                 
                         
34. La excesiva publicidad del libro y la película mal informan acerca de lo que es el BDSM. La propia autora declaró desconocer del tema.

35. Una chica de 23 años, virgen y casi asexual, se convierte en pocos meses en una mujer casi ninfómana y multiorgásmica por arte de magia gracias al BDSM.

36. La autora pretende mostrar a Christian con muchos años de experiencia en el BDSM. Sin embargo, una 'niña boba' lo domina desde el tercer día. Un Dominante real, no es así.

37. En el BDSM sí hay castigos, pero nunca por el simple hecho de dar placer al Dominante o de liberar sus frustraciones.

38. Se presenta a Grey como practicante de BDSM porque no conoce el amor verdadero. El BDSM y el amor son perfectamente compatibles, aunque no indispensables.

39. Un Dominante no debe inmiscuirse en la vida personal y familiar de la sumisa, son cosas que deben respetarse. Grey cae en el acoso.

40. En el BDSM es básica la comunicación y la confianza. En el libro y la película no se retrata ni una ni la otra.

41. Es incongruente que un Dominante mande a su guardaespaldas a comprarle calzones a la sumisa (de hecho no conozco ningún Amo con guarura).

42. Para ser Dominante no es necesario tener ojos grises y usar corbatas grises. Tampoco tiene que ser guapo y joven, puede tener ojos café, ser viejo y feo (o no).

43. Christian parece tener poderes que lo teletransportan (desconozco si influya el hecho de ser millonario) y se aparece en donde está Ana. Los Dominantes reales piden la dirección y usan automóvil o transporte público para llegar.

44. Leer el libro o ver la película no te vuelven BDSMero, hay que llevarlo a la práctica.

45. De igual forma, ser practicante y criticar la obra, no te vuelve más experto.

46. A raíz de la fama de 50 Sombras de Grey he escuchado a 'practicantes' decir que el BDSM no es para todos. Falso. Es para todos aquellos que se sientan interesados, la cosa es informarse de qué va.

47. No creo que el libro sea 'porno para mamis cuarentonas', pero tampoco el BDSM. Es para hombres y mujeres mayores o jóvenes que estén dispuestos a explorar y vivir su sexualidad.

48. Por ser una novela, hay mucha fantasía como en el cuento de 'La Cenicienta'. En el BDSM también hay fantasías (sólo que éstas sí se vuelven realidad).

49. La fama del libro ha causado que se vendan vibradores y kits completos de Christian Grey que incluyen esposas, látigo y vibrador. Si adquieres uno, a lo mejor no te vuelves sumiso o Dominante, pero estoy segura que te vas a divertir.

50. Espero que no haya más sagas de la novela porque encontrar otras 50 diferencias está complicado. (Aún para bococu).

Por último, bococu nos comparte lo siguiente: 50 Sombras de Grey es una novela y una película que se convirtieron en una moda que abre una puerta para disfrutar de la sexualidad de forma diferente, siempre con placer y muchos orgasmos. Gracias a Christian, a Ana y a sus 50 Sombras, que nos permiten informar acerca de este tema de forma abierta y natural como lo que realmente es: 'una actividad lúdica, una práctica erótica sexual, cuya única finalidad es la dar y recibir mucho placer'.

¿Ustedes qué pintita le encontraron a la película? ¿Les latió o les pareció un fiasco? 


lunes, 16 de febrero de 2015

Amar: Equilibrio entre Dar y Recibir

Muchas veces hemos escuchado aquella famosa frase “amar es dar sin esperar nada a cambio”, que nuestra cultura judeocristiana ha procurado elevar como una bandera de lo que significa el verdadero amor. Por supuesto, esta creencia nos genera un montón de dudas, inquietudes e incomodidades; y más aún, muchísima culpa cuando esperamos de nuestros allegados algún tipo de compensación por las cosas que sentimos hemos aportado en las relaciones que mantenemos.

Bert Hellinger, el padre de la psicoterapia sistémica, dice que cuando ocurren desequilibrios entre el dar y el recibir, comenzamos a sentir que la relación no marcha adecuadamente, puesto que uno de los dos está más comprometido. A veces, sólo damos, y somos nosotros mismos quienes nos negamos a recibir, enviando una señal inconsciente de que no queremos asumir responsabilidad en la relación; y además, haciendo sentir al otro incapaz de proporcionarnos lo que deseamos de dicha relación. Otras veces, sólo tomamos, incapaces de ofrecer algo para equilibrar el vínculo, haciendo sentir al otro utilizado.

Una relación sana se establece cuando las dos personas que la conforman están dispuestos a comprometerse, a aportar y a dejar que el otro aporte, y en esa medida se va creando un vínculo enriquecedor para los dos individuos, asumiendo la responsabilidad de involucrarse y permitir que el otro se involucre. De lo contrario, al final vamos a terminar sintiendo, a través del dar sin esperar nada a cambio, que nos encontramos vacíos, que no estamos obteniendo nada de la relación, que estamos siendo objetos del otro.

Otra reflexión que podemos sacar de esta idea, es que no esperar nada no quiere decir que no recibamos, sólo plantea la importancia de no tener expectativas; para así poder abrirnos a recibir lo que el otro tiene para dar, y no lo que nosotros queremos que el otro aporte.

Haciendo una comparación con las leyes físicas que rigen el comportamiento del Universo, se me ocurre citar la Tercera Ley de Newton, llamada también la Ley de Acción y Reacción, la cual dice “para cada acción existe una reacción igual y opuesta”. A partir de allí, es interesante reflexionar que el amor es una fuerza, probablemente la más grande fuerza espiritual que existe en el Universo. Y es evidente a partir de aquí que esa fuerza debe estar en equilibrio, si nuestra acción es amar, para mantener el equilibrio recibimos esa misma fuerza de retorno. Si recibimos amor, es lógico pensar que devolvemos esa misma fuerza.

Como último punto, podemos cuestionarnos que muchos maestros espirituales, como Buda, Jesús, la Madre Teresa, han tenido vivencias donde han dado muchísimo, y parece que no recibieron nada o muy poco. En primer lugar, estos seres han tomado la decisión consciente de dar su vida, enseñando lo que traían. En otra escala, los padres y los maestros también dan mucho, y no reciben compensación por eso desde ese rol que asumen, es parte de un rol y de sus consecuencias. En segundo lugar, desde ese espacio de ser Maestros, en general no establecieron vínculos específicos con otros seres humanos, con lo cual no esperaban recibir algo de vuelta; nosotros, conscientes o no, establecemos los vínculos que deseamos de manera particular con muchas personas a lo largo de nuestra vida. Si no, hubiésemos tomado la decisión de no establecer esas relaciones, en un espacio donde sólo dar pudiera ser más simple. Y en tercer lugar, todos esperamos algo como recompensa de lo que damos, aun cuando lo que esperemos pudiera ser tan sutil como una sonrisa, un gesto de agradecimiento, un abrazo.


En la mitología griega, la pretensión de ser como dioses se llama hybris, que tiene que ver con un ego desmesurado. Pretender sentir que, desde un espacio no humano, podemos dar sin esperar recibir; es como pretender vivir sólo con respirar, sin comida ni agua. El amor es una energía que nos alimenta, no que alimenta sólo a los otros. Es necesaria para nosotros, no sólo para los demás. Es alimento para nuestra alma, para la mía o la tuya. Así que negarnos a recibirla del otro es una pretensión exagerada, un estado de hybris duramente castigado por los dioses, en el espacio metafórico de la mitología.

Desde la humildad de reconocer que necesito amor para vivir en este mundo, mi alma saluda a tu alma.


jueves, 5 de febrero de 2015

¿ESTÁS CON LA PAREJA ADECUADA?

Durante un seminario, una mujer preguntó: "¿Cómo puedo saber si estoy con la persona adecuada?"
El autor entonces se dio cuenta de que había un hombre corpulento sentado a su lado por lo que dijo: "Depende. ¿Es tu pareja?" Con toda seriedad, ella respondió "¿Cómo lo sabes?" Voy a responder a esta pregunta porque las posibilidades son buenas de que está pasando en su mente respondió el autor.


Aquí está la respuesta.
Cada relación tiene un ciclo. Al principio, caes perdidamente enamorada. Te anticipas a sus llamadas, quieren estar en contacto, y se gustan sus costumbres. Enamorarse no fue difícil. De hecho, fué una experiencia completamente natural y espontánea. No tuviste que hacer nada. Es por eso que se llama "perdidamente enamorados".
Enamorarse es una experiencia pasiva y espontánea. Pero después de unos meses o años de estar juntos, la euforia del amor se desvanece. Es un ciclo natural de todas las relaciones.
Poco a poco, las llamadas telefónicas se convierten en una molestia (si es que las hay), el contacto no es siempre bienvenido (si es que lo hay), y las costumbres de su cónyuge, en vez de sentir lindo, te vuelven loc@. Los síntomas de esta etapa varía con cada relación, usted notará una gran diferencia entre la etapa inicial cuando estaban enamorados y una fase mucho más aburrida o con actitudes de enojo incluso.
En este punto, usted y/o su pareja pueden estarse preguntando, "¿Estoy con la persona correcta?" Y al reflexionar sobre la euforia del amor que una vez tuvieron, pudieran empezar a desear esta experiencia con alguien más. Aquí es cuando las relaciones truenan.
La clave para tener éxito en una relación no es encontrar a la persona adecuada, sino aprender a amar a la persona encontrada.
La gente culpa a su pareja por su infelicidad y busca fuera lo que le hace falta. Las atenciones extra maritales vienen en todas las formas y tamaños.
La infidelidad es lo más común. Pero a veces la gente se envuelve en el trabajo, en un pasatiempo, en una amistad, televisión en exceso, o sustancias de abuso. Pero la respuesta a este dilema no está fuera de su relación. Se encuentra dentro de él.
No estoy diciendo que no se podría enamorar de alguien más. Si podrías y temporalmente se sentiría mejor. Pero estaríamos en la misma situación unos años más tarde.
Debido a que (escucha con atención a esto):
La clave para tener éxito en la relación no es encontrar a la persona adecuada, sino aprender a amar a la persona que se encontró.
MANTENER el amor no es una experiencia pasiva o espontánea. Usted tiene que trabajar en ello día tras día. Se necesita tiempo, esfuerzo y energía. Y lo más importante, exige SABIDURÍA. Usted tiene que saber Qué hacer para que funcione. No nos equivoquemos al respecto.
El amor no es un misterio. Hay cosas que usted puede hacer (con o sin su pareja), Así como hay leyes físicas del universo (como la gravedad), también hay leyes para las relaciones. Si usted sabe cómo aplicar estas leyes, los resultados son predecibles.
El amor es por lo tanto una "decisión". No es sólo un sentimiento.
Recuerda esto siempre: El destino determina quién entra en tu vida. Depende de ti quien quieres que camine a tu lado, a quien permites que se quede, y a quien quieres dejar ir.

miércoles, 4 de febrero de 2015

LOS HOMBRES QUE AMAN A LAS MUJERES TRANS.

¿Qué siente un hombre cuando descubre que se enamoró de una mujer trans? ¿Cómo se ve a sí mismo y cómo la ve a ella? Desde las preferencias en la cama hasta la relación con la familia, los cuatro entrevistados que contaron sus secretos pero no quisieron revelar públicamente su identidad van armando un mapa de los prejuicios y las pasiones en juego. A su vez, estas experiencias ponen en jaque la supuesta relación forzosa entre las prácticas, los gustos, el amor y la identidad. ¿Quién tiene el derecho de llamarse homosexual o heterosexual? ¿Cuánto más resiste el elástico que divide al mundo en dos grupos de hombres y mujeres?



Saber qué sienten ellos. Salir de lo que nos pasa a nosotras y con la excusa, o mejor dicho la coartada, o incluso con algún cliente. Para que me digan qué sienten, saber cómo viven esos hombres que no tienen una relación encuadrada dentro de lo “normal” aceptado y hasta legal, ya que si bien hay matrimonio igualitario, no olvidemos que ellos salen con chicas sin documentos... Cuánto comparten de la vergüenza que la sociedad impulsa frente a las personas trans, si tienen identificado dónde reside su deseo, si se consideran homosexuales, si les ha costado hacer lo que les da la gana. Así comencé una no tan ardua tarea de ubicarlos. Mi primera gran sorpresa fue descubrir que estaban dispuestos a contestar mis preguntas más morbosas o indiscretas, pero jamás a revelarse: ninguno aceptó fotos, ni dar datos de ningún tipo. Uno de ellos me pidió cambiar su nombre e incluso su edad. Fuerte sorpresa fue conocer que a la gran mayoría les da vergüenza reconocer una relación en la que están metidos hasta los huesos. Aman en la oscuridad. 

Desde ya, mi asombro fue un poco de sal en la herida abierta: al escuchar a estas personas hablar de sus relaciones (en las cuales estaba incluida como trans y en relación con un hombre) sentí que mi baja autoestima volvía al ataque. Ser una persona ocultada, invisibilizada, acallada en mi identidad de género es más que difícil, saber que alguien te quiere pero te oculta es una mezcla de sentimientos donde la desvalorización gana terreno. Paso a paso, durante las entrevistas fui comprendiendo que lo más difícil para estos hombres es tomar posición: temen el juicio ajeno, la mirada lacerante de sus pares y a su familia. “Eso no está bien”, “eso no se hace”, “estás en falta”: llevan en sus cabezas la vieja máxima de plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro. Bien, parece que ellos no encuadran en este mandato: jamás trascenderán, no dejarán su impronta, ya que sólo deja huella el hombre heterosexual sano y normal, mientras los no tan hombres arrastrarán la falta de amar a una mujer “no tan mujer”.

 Mientras realizaba estas diferentes entrevistas no dejaba de sentir algo de enojo: debemos hasta soportar ser amadas en las penumbras y junto a ellos culminamos por alejarnos del mundo. Me esforcé en dejar mis prejuicios y en ser respetuosa –cosa que no es habitual– de cómo se define subjetivamente el otro. No es común permitir a los demás que se definan como se sienten.


1 “Yo soy el hombre y ella mi mujer, así funcionamos, el resto no importa”
Daniel, 49 años, empleado.
¿Hace cuánto que estás en pareja?
–Ocho años, más o menos.
¿Cómo conociste a tu novia?
–Acá en el barrio, la veía pasar todas las tardes frente a mi trabajo.
¿Cuándo sentiste que te gustaba?
–Apenas la vi. Un día, un compañero la paró y le dio mi teléfono; yo no me animaba, me daba vergüenza que me cortara el rostro.
Ah, ¿ Eres tímido?
–Sí, mucho, pero ella no. Ella me llamó y me pregunto qué quería. Yo (silencio y sonrisas) le dije que quería conocerla, que me gustaba...
¿Y? ¿Qué te contestó?
–Que cuándo quería verla. Yo ahí me puse más nervioso porque pensé que al final ella no iba a querer, que iba a tener que convencerla y eso mucho no me gusta.
¿Habías tenido novias trans antes?
–No, salí una noche con una chica del boliche, pero novia no.
¿Qué te gusta de una chica trans o de ella puntualmente?
–No sé, creo que... no sé cómo explicarlo. Me gusta de ella porque es linda y muy femenina, y no todas son así; no sé... son más hombres...
¿Y eso no te gusta?
–No, me gustan las chicas que son chicas, no me gustan los gays; sólo las chicas travestis o trans, pero lindas.
¿Cuál es la diferencia para  ti entre las mujeres trans y las que no lo son?
–No sé... que nacieron hombres y después eligieron ser mujeres... No hay diferencia sólo por su sexo, después en su interior son todas iguales (risas).
¿Te gustaría que tu novia se opere?
–Si ella quiere, sí. Una vez lo hablamos porque vimos algo en la tele y me dijo que algún día lo iba a pensar, que le daba miedo, que era una operación con riesgos... A mí también me da miedo; además le digo que se quede tranquila, que yo la amo como es.
¿Cómo llevas tu relación con tus amigos y tu familia?
–Más o menos; algunos de mis amigos se abrieron, me dijeron que no me entendían, que cómo me había enamorado de alguien así, que yo era mujeriego y podía tener mil viejas. Qué sé yo... Son así... Mi familia al principio bien, pero con el tiempo, cuando vieron que la relación estaba avanzando, empezaron a romper... mi vieja más que nada.
¿Cómo te rompían?
–Me invitaban los domingos, pero nunca la invitaban a ella. Y yo solo no iba a ir, si mis hermanos van con sus esposas, yo quería ir con mi novia.
¿Y tu novia qué decía cuando pasaba esto?
–Nada, se ponía mal porque me veía mal, pero no más que eso... Un día se peleó en Navidad con mi mamá, se dijeron de todo, no me hablaron por mucho tiempo.
¿Por qué empezó la pelea?
–Porque mi vieja siempre jode con sus nietos, tira palos con que quiere nietos, sabiendo que Ale no se los puede dar. Tengo una cuñada que le metió los cuernos a mi hermano, pero la tratan como si nada; y a Ale con cualquier cosa ya rompen...
¿Pasó algo ahora que salió la ley de matrimonio?
–Sí, comentarios que me cuenta mi hermano. Mi vieja dijo que si me casaba, no iba a ir, que no quería pasar vergüenza.
Te voy a cambiar de tema. ¿El tema sexual cómo lo llevas?
–Nada, me gusta ella y listo. Para mí es una mujer aunque no esté operada, si ella me respeta y me quiere como hombre, el resto no importa: yo soy el hombre y ella mi mujer, así funcionamos, el resto no importa.
¿A qué te refieres con que “yo soy el hombre y ella la mujer”?
–A que yo soy el hombre y ella la mujer. Yo la penetro.
Ah. ¿Ale trabaja?
–No quiero que esté todo el día en la casa sin hacer nada, así que hace rato que se puso a estudiar y ahora trabaja. Yo la ayudé a abrir una peluquería.
¿No eres celoso ni machista entonces?
–Sí, algo de eso soy, pero confío en ella... (sonrisa).
¿Tienen parejas amigas que estén en la misma condición?
–No, ella tiene muchas amigas, pero no le gusta mezclarse porque siempre dice que las chicas son peligrosas, mejor tenerlas lejos. A veces entre ellas se quitan los maridos y Ale no quiere problemas, así estamos bien.
Ultima pregunta, sé que tienes que ir a trabajar. ¿Cómo te defines?
–Yo soy hombre, no bisexual, porque no me gustan los hombres... Sólo me gustan las mujeres. Aunque algunas sean diferentes, tienen que ser mujer.

2“Creo que la falta de afecto familiar acarrea mucho dolor que no les permite amar”

Gustavo, 36 años, empleado.


¿Cómo fue que conociste a tu primera novia trans?
–Era amiga de mi hermana, mi hermana me la presentó.
¿Te gustó desde el primer momento?
–Sí, era muy femenina, no parecía un travesti.
¿Cómo fue ese primer encuentro? ¿Quién lo empezó todo?
–Un día me dijo que se volvía al interior, y yo le dije que antes tenía que presentarle a alguien que gustaba de ella, un amigo. Entonces la invité a mi casa cuando no había nadie y cuando vino, le dije que era yo. Pasó lo que tenía que pasar y empezamos a salir.
¿Qué sentiste esa primera vez?
–Nervios... al principio nervios, lógico cuando estás frente a algo nuevo. Sientes contradicciones porque estás ante alguien que te atrae, pero te encuentras entre tu deseo y la culpa.
¿Qué fue lo que más te llamo la atención, qué te gustó?
–No sé, la piel, las caricias son diferentes a estar con una mujer, son como más fuertes, es como más enérgico, violento. Me gustó.
¿Cómo fue la relación?
–Al comienzo todo era sexo. Había cosas lindas, como esperarme a la mañana con una pastelito cuando me iba a trabajar, y tomar café juntos. Pero igual fue difícil.
¿Por qué?
–El tema de las adicciones. Ella consumía bastante, fue una relación tormentosa. Encima en el ‘85 no era como ahora, era como vivir en el gueto de Varsovia, discriminados totalmente. Creo que la falta de afecto familiar acarrea mucho dolor que no les permite amar.
¿A qué te refieres?
–A que de mis dos relaciones, bastante difíciles, no vi lazos estables, no vi familia.
¿Qué pasó entonces?
–Volví con mi novia, nos casamos, pero nunca logramos tener hijos. Mientras tanto pasé 10 años de mi vida así, sin poder olvidarla. Un día me la volví a cruzar y empezamos de nuevo; pero igual nada cambió, hasta que decidí terminar con todo. Era agotador: del sexo a la pelea por nada.
Piensas que todas las chicas viven lo mismo?
–No... pero son la mayoría, por lo menos en ese tiempo; lo veía en sus amigas, todas con la misma historia. A veces son aceptadas cuando llevan regalos, cuando hay que terminar la casa; no acepto a mi hija porque es travesti o se prostituye, pero sí acepto el fruto de ese lugar. Y ellas a veces compran afecto.
¿Hoy cómo está tu vida?
–Al final conocí una chica trans y sentí que no era como saltar a la pileta vacía, era otra cosa, ella tenía lazos afectivos, no ejercía la prostitución y eso es importante.
¿Por qué?
–Porque creo que hace mal; no cuestiono a quien la ejerce, pero opino que es más lo que te saca que lo que te da, te despersonaliza. Con "L" todo empezó diferente, ya no era tan fuerte lo sexual, como en mis otras relaciones, que no sólo era explosivo lo sexual sino la relación misma.
¿Tu familia conoce tu relación?
–No. Es difícil porque siempre está el miedo a que no te acepten, a que te juzguen.
La intimidad sexual, ¿cómo la vives?
Lo del sexo es difícil, hay roles fijos que están instalados; con mis relaciones a veces había roles activos y pasivos; en realidad, que te cojan o no, no te define como hombre, a veces te sientes mal porque de chico te metieron en la cabeza cómo se debe y cómo no se debe coger.
¿Cómo te defines?
–Yo soy un hombre que le gusta la feminidad; no podría estar con otro hombre, me gustan las mujeres. En este mundo capitalista los roles están definidos así, pero en la antigüedad no era como ahora; en Roma, los hombres tenían relaciones con hombres y mujeres, y no eran vistos como homosexuales, eran prácticas sexuales y nada más. Ser activo o pasivo no te define, uno se auto-define; tampoco las relaciones son tan estáticas, un día se puede estar de un lado o del otro, todo depende cómo vivas tu sexualidad. De última, ¿a quién le importa tu vida íntima? Ahí tu puedes hacer lo que quieras.
¿Piensas formar una familia?
–Ya tengo una familia, somos una familia.
¿Qué diferencias hay para ti, si las hay, entre las chicas trans de las que no lo son?
–Primero, en muchas hay exacerbación de la feminidad o de la postura femenina que puede caer en el ridículo; una postura de vedettismo, de pose, que al hombre le gusta, pero es difícil de llevar. Con respecto a las relaciones todo es más directo, no hay vueltas, es más concreto, qué sé yo... vamos a coger, si entró, entró. Con las otras hay más vueltas, más histeria, todo lleva más tiempo. También hay mujeres no trans que están en pose, en vedette, pero sólo queda ahí.
¿Te gustaría que tu pareja se operara?
–No lo sé... Porque en la relación de hombre-mujer hay un rol determinado, en cambio en una relación trans nunca sabes de qué lado puedes quedar. Está buena la dualidad, por eso creo que cuando buscas una trans, buscas esa dualidad, esa mujer especial, diferente, pero mujer al fin; tiene que haber atracción femenina, pero hay un doble juego: es femenina, pero cuando te toca, te besa, hay otra fuerza, es una fuerza más masculina... Es como encontrarte a una hembra con rol diferente. En la naturaleza, la mayoría de los machos dominan a la hembra y acá te puedes encontrar por ahí con una hembra dominante, tu puedes ser el macho, pero los roles pueden cambiar; en cambio con la mayoría de las mujeres no trans buscan la protección del hombre, no rompen con el molde social.

3 “Me gustan que sean dulces, cariñosas, femeninas; si llegan y no son así, les pago lo mínimo y les pido que se vayan”
Juan, 34 años, bancario
¿Estás en pareja con una chica trans?
–¡No! Es mujer tradicional.
¿Has tenido parejas trans?
–No... siempre mujeres, me casé y me separé, ahora tengo novia, pero normal. Con las travestis voy siempre para tener sexo, no las veo como objeto de amor, como objeto sexual.
¿Tu separación tuvo que ver con esto?
–Por mi adicción a los travestis; eso me llevó a separarme, perder un trabajo, que me embargaran el sueldo. Recién ahora estoy saliendo, de a poco estoy controlando algo más mi adicción. Llegué a estar todos los días de la semana con una diferente. Eso implica mucho dinero: a las chicas yo les pago, las busco por Internet o por el diario, las llamo, acordamos un dinero y vienen.
¿Me explicas un poco mejor eso de objeto sexual solamente?
–Les pago y listo. Me gustan que sean dulces, cariñosas, femeninas; si llegan y no son así, les pago lo mínimo y les pido que se vayan.
O sea que no es sólo sexo. ¿Hay afecto?
–Sí, es fundamental; si no son dulces, no me atraen. Ellas igual se sienten bien conmigo, a veces no se quieren ir, comen conmigo y se quedan a dormir, las trato muy bien, no me gusta que se sientan mal. Pero, bueno, cuando empieza a haber mucha intimidad, no las llamo más. Es como que sólo necesito tener una fantasía de amor.
Con respecto al aspecto sexual, ¿cómo lo vives?
–No tengo miedos con eso, tienen que tener senos, eso sí. Que sean bastante femeninas, su parte genital masculina mejor que sea inexistente, no dotadas.
¿Las transexuales operadas también te gustan?
–No... Me gustan que tengan pene, inexistente pero pene. No sé, debe ser un fetiche mío, seguro. Creo que ahí está la diferencia con las normales y eso me confunde, que sean diferentes.
¿Cuál es la diferencia para ti entre las chicas trans y las otras mujeres?
–No sabría decirte. Por lo obvio, que tienen pene, pero después son bastante parecidas, aunque las trans son un poco más sufridas, como que necesitan más afecto, se hacen las duras, pero cuando entran en intimidad y tu las tratas bien, son re tiernas, sensibles...
¿A qué te refieres con “más sufridas”?
–A que de chicas tuvieron que pasar de todo, castigos familiares, sociales, mucho rechazo, mala onda, no las aceptan como mujeres porque no lo son para la mayoría, y como travestis tampoco, las maltratan mucho...
¿Cómo te definirías entonces?
–Yo me definiría como un hombre, tengo un criterio amplio de sexualidad, puedo tener una relación heterosexual como no; puedo transitar por estos dos lados, la belleza y la atracción es femenina, si no hay feminidad, no podría estar, no podría estar con un hombre.
Cuándo comenzaste a tener relaciones con trans?
–De los 18 en adelante. Conocí una chica en mi barrio con la que me escapaba de noche a su casa y a su vez ella me presentaba amigas. Como era chico y no ganaba mucho dinero, por lo general era de onda, porque les gustaba.
Recién me dijiste que lo vivías como adicción. ¿Recurriste a algún profesional?
–No, jamás... tengo que aprender que es una parte de mí que no puedo cambiar, hoy la controlo, ya no es tan exacerbado. Pero no lo puedo vencer, sigo tentándome.
¿Por qué piensas que con las chicas sólo puedes tener sexo y algo de afecto?
–No sé... creo que no podría presentarme en sociedad con ninguna de ellas, no podría enfrentar todo lo que implica. Hoy está todo más aceptado, pero igual sigue habiendo prejuicios. En el mundo donde me manejo yo es bravo, creo que hablarían a mis espaldas de mí, dirían cualquier cosa y me lo guardaría, me lo reprimo.
¿O sea que no te mostraste nunca con ninguna?
–Jamás, nunca... no podría. Cuando van a mi departamento, las hago ir tarde, cuando ya no queda nadie, se va el portero y las hago venir. Y se van antes que empiece a llegar la gente.
Entonces, si te pregunto qué piensas del matrimonio igualitario y la ley de identidad de género, ¿qué me dices?
–Ni idea... la del matrimonio está bien, conmigo no cuenten, ja ja... Y la de identidad, jamás escuché hablar de nada. No sé, no me interesa mucho la movida.

4 “Justo ahora salió la ley. Me hubiese casado para dejarla tranquila”
Raúl, 48 años, taxista.
Tienes pareja?
–No, hace un tiempo que estoy solo. Tuve una novia trans, duramos unos cinco años.
¿Cómo la conociste?
–Trabajando en el tacho. La vi a ella trabajando en la calle y la invité a salir después de su trabajo.
¿Era la primera vez que salías con una chica trans?
–No, había salido una sola vez en una despedida de solteros.
¿Empezaron a salir enseguida?
–Enseguida pegamos onda.
¿Siguió trabajando en la calle?
–Un tiempo... eso no me gustaba mucho, pero al principio me lo aguanté.
¿Te lo aguantaste?
–Y sí, yo no quería una novia puta... Se lo dije pero ella decía que era como ir a la oficina, y que tenía que trabajar para pagar el alquiler y cosas que había comprado. Lo hablamos bastante hasta que la convencí y nos fuimos a vivir a mi casa con mi vieja ( Mamá).
¿Con tu Mamá?
–Sí, yo vivo con mi vieja, al fondo me hice un departamento chico y vivo ahí.
¿Le comentaste que te ibas a vivir con tu novia y quién era?
–Se lo dije de una, para no andar con vueltas. No le gustó: me dijo que no le había dicho que era homosexual, y yo le dije que estaba mal de la cabeza, que yo no era puto, que me había enamorado de una chica diferente, pero mujer al fin.
¿Y qué te dijo?
–Algo que me mató.
¿Qué?
–Que le dolía porque no iba a tener descendencia. Y que ella no iba a tener nietos, que era su sueño.
¿Cómo fue la relación mientras duró?
–Los dos primeros años bien, después para el traste. Empezó a decirme que no se aguantaba estar todo el día en la casa al pedo, y no aguantaba a mi vieja que la vigilaba todo el día, le rompía las bolas por todo, si ella quería usar el tendero, mi vieja –oh casualidad– también lo necesitaba... cosas de mujeres. Yo le decía que hiciera algo, que estudiara, pero no quería, le daba vergüenza la gente. Un día escupió a una vieja en el banco porque no dejaba de mirarla, y peleamos re mal.
¿Por qué terminaron?
Porque un día llegué a casa y no estaba; mi vieja me dijo que había salido hace dos horas casi desnuda a la calle y que no tenía que permitirlo porque la gente iba hablar mal.
¿La esperaste?
–Ni loco, estaba re caliente; entonces agarré el auto y salí a buscarla. Cuando la encontré, la cagué a trompadas, le dije de todo y la eché de casa.
¿Fue muy violenta la pelea?
–Todo mal, se fue en otro taxi de un amigo, yo me quedé porque sus amigas no me dejaban ir, me quedé fumando como dos horas en el auto hasta calmarme.
¿No pudieron  hablar de nuevo?
–No... Encima cuando volví a casa me encontré con que había roto todo, inclusive le partió la puerta a mi vieja y le rompió todos los vidrios de la casa. Hasta la policía la andaba buscando.
Muy fuerte...
–Sí, tan fuerte que me apuñaló. Yo salí a buscarla por todos lados y una de sus amigas me dijo que se había ido a la casa de Frutillita, otra travesti. Cuando llegué, salió como loca gritando: “¡Me arruinaste la vida, tu y esa vieja de mierda, nunca tendría que haberme ido a vivir contigo, yo no tengo alma de ama de casa, hijo de puta!”. Empezamos a las trompadas en medio de la calle y en un descuido sacó un cuchillo serrucho no sé de dónde y me dio un puntazo en la pierna... Terminé en mi casa con una de sus amigas que me ayudó a curarme la herida. Igual no era grave.
¿Intervino la policía?
–No, no hice la denuncia; tampoco dejé que la haga mi vieja.
¿Cómo siguió tu vida?
–Re mal, yo la quería mucho, me costó dejarla, pasaba por la esquina para verla y me re dolía verla trabajando.
Desde que estás solo, ¿sigues saliendo con chicas trans?
–No... he salido con chicas comunes, pero no pasa nada, no me enamoro.
¿Por qué piensas que no?
–Porque la quiero a ella, y ahora que encima salió la ley me hubiese casado para dejarla tranquila, para que no tenga miedo al futuro.
¿Al futuro?
–Claro, que pueda tener mi obra social; si me pasa algo, mi pensión; que mi casa sea su casa...
¿Cómo te defines sexualmente?
–Yo creo que bisexual. No sé, me gustan los hombres y las mujeres, aunque haya tenido una novia travesti, nació hombre... Creo yo, igual no me importa mucho.
¿Eres abierto sexualmente?
–Ni ahí, yo soy el hombre y ella la mujer... si naciste hombre, eres hombre y si naciste mujer, mujer... A mí no me coge una mujer...
¿Y si naciste trans?
Compórtate como una mujer... tienes alma de mujer, tienes que ser mujer.
¿Qué es ser mujer para ti?
–No sé, como toda mujer, trabaja, estudia o se queda en la casa, cuida a sus hijos, a su marido... eso.
¿Cómo es hoy la relación con tu Mamá?
–No le doy mucha lata, mi vieja fue responsable también por ser tan guerrera, por eso la dejo sola, ni los domingos voy a comer con ella.
¿No pensaste irte de tu casa?
–Ni loco, es mi casa también... aparte yo vivo al fondo y me costó mucho hacerme el departamento. Ella tiene que entender que ya soy grande.
¿Cómo imaginas tu futuro?
–Mmm... Quisiera conocer a alguien, si no me arreglo con mi ex, travesti o no, empezar una vida de pareja, no estar solo, no me gusta.
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Ellos sufren en silencio, son hombres como cualquier otro. Pero, ¿qué es ser un hombre? Fueron absolutamente respetuosos conmigo como con cualquier otra mujer; es más, sentían la necesidad de ser escuchados, de mostrar su enojo invisibilizado, si no, no hubiesen aceptado la entrevista y no hubiesen dicho todo lo que dijeron. Ellos quieren que se sepa lo que sienten. Pero tampoco hay que olvidar lo que nosotras como mujeres transexuales, como personas, como seres humanos sentimos al tener esa clase de "amor clandestino" si es que a eso se le puede llamar amor.