Iniciaremos el tema con la definición conceptual
de este fenómeno.
Definición:
El sexoservicio o prostitución ha
sido definida como la acción y efecto de prostituir, como la forma de vida de
las prostitutas o como aquél comercio carnal en donde está presente el ánimo de
lucro.
La ONU define a la prostituta como cómo
“la mujer que se ofrece libremente a cambio de dinero al primero que llega, sin
elección ni placer, en forma cotidiana cuando no posee ningún otro medio de
existencia”. Sin embargo, esta definición es bastante categórica al señalar que
la prostituta ofrece sus servicios sin elección ni placer. En realidad ¿quién
podría asegurar que alguna prostituta no obtuviera placer del ejercicio de su
profesión?. Lo anterior, es una afirmación generalizadora y absolutamente
valorativa.
Consideramos que tan solo en situaciones
particulares, la prostituta no tiene capacidad de elección, pues tiene ante
todo la necesidad de obtener beneficios económicos. Sin embargo, muy a menudo
tiene la posibilidad de escoger a sus clientes. También se afirma en la
definición de la ONU que la prostituta no tiene otro medio de existencia,
cuando encontramos a mujeres biológicas, mujeres transgénero, mujeres
transexuales u hombres biológicos que ejercen esta profesión y que además
realizan cualquier otro tipo de trabajo alternativo.
Por lo tanto, llamaremos “prostituta
o prostituto” a aquella persona que ejerce habitualmente la prostitución que
incluye el intercambio sexual con clientes que a su vez pagan una cuota por tal
servicio. Es decir, el mantener un trato sexual con una o más personas a cambio
de remuneración.
La prostitución es una forma
organizada de comercio sexual extra conyugal menospreciada y al mismo tiempo
tolerada por la sociedad. Ha sido una actividad histórica y organizada,
implicando esto que su surgimiento corresponde al nacimiento de las clases
sociales, la familia monogámica y a los valores mercantiles en las relaciones
humanas. Constituye una forma de organización social porque en ella participan
por lo menos siete sectores con papeles específicos, jerarquías, estatus legal,
informal, etc.:
Beneficiarios: Es el grupo de los
empresarios de hoteles, centros nocturnos, bares, agencias publicitarias y
turísticas, locales relacionados con exhibiciones de películas o de
distribución y consumo de licores u otras drogas.
Los clientes: Estos pueden ser
individuales o asociados, como en el caso del ejército, al alquilar prostitutas
para distraer a los soldados; o cuando una empresa efectúa el contrato para
cubrir tiempos libres en reuniones y congresos. La simple reunión de amigos en
pos de obtener servicio sexual, ya es una asociación.
Sistema de justicia penal: Conformado
por fiadores, abogados, defensores, policía, fiscales, jueces, carceleros,
proveedores de servicios (por ejemplo, el personal que tramita las tarjetas
sanitarias), etc.
Publicistas: Directores y reporteros
de periódicos, editores de publicaciones, productores de películas, autores de
libros, políticos, reformadores morales (positivos y negativos), etc.
Gente del “medio”: Alcahuetes,
regenteadores, padrotes, las propias prostitutas, delincuentes,
administradores, etc.
Contactos: En esta categoría
incluimos a los taxistas, mozo de hotel y cantineros que relacionan al cliente
con la prostituta.
Profesionales: Médicos, terapeutas,
trabajadores sociales, investigadores sexuales, etc.
El sexoservicio es una práctica de
relación sexual mercantilizada con diversidad de clientes y por lo común
carente de afecto. El papel de dominador lo representa el cliente, quien
utiliza, cosifica, al sujeto prostituido. Sin embargo, también puede decirse
que entre una prostituta y cliente se establece una relación de igual a igual
desde el punto de vista contractual, ya que se trata de un convenio de compra
venta, donde lo que se vende es un servicio sexual.
TIPOS DE SEXO-SERVIDORAS:
- Taloneras, trotacalles: deambulan
calles, plazas, centros comerciales.
- Ficheras o cabareteras: trabajan en
cabarets, restaurantes e invitan al consumo.
- Ruleteras o motorizadas: alquilan
taxis para las rondas y levantan clientes.
- Furtivas o pupilas: trabajan en
casas de citas. Acuden por solicitud del cliente o administradores.
- Call Girls: laboran en su casa bajo
citas telefónicas.
- Semi-esposa: viven con un hombre a
cambio de subsistencia, convenio sin hijos, quehaceres domésticos.
- Acompañante: son compañeras de
noche, viajes, etc. En ocasiones son bailarinas, modelos, artistas, etc.
- Oportunista amateur: casada, con
empleo, tiene relaciones sexuales para obtener beneficios extras.
- Esposa: el tipo de mujer que se
entrega a su esposo con el fin de obtener seguridad económica y social, se
coloca como objeto sexual.
ASPECTOS PSICO-SOCIALES DEL
SEXOSERVICIO
En muchos de los casos, la
sexoservidora es explotada en sus ingresos económicos por diversas personas:
administradores de sus finanzas, dueños de prostíbulos o cabarets, policías,
etc. Se habla de explotación directa cuando la hace el círculo íntimo
(empresarios) y de explotación indirecta cuando la ejerce la policía, los
periodistas venales, etc.
No son raros los malos tratos, las
vejaciones e inclusive los daños físicos hacia las sexoservidoras por parte de
sus explotadores o clientes, y más aún cuando la chica transgénero o transexual
no es plena conocedora de sus derechos humanos, situación que es aprovechada
por sus agresores.
A diferencia de la prostitución
ofrecida por mujeres bilógicas u hombres bilógicos, una mujer trans tiene una
serie de factores que la hacen más atractiva y a la vez más vulnerable; éstos
son los siguientes:
Factores de atracción:
- Es una mujer con pene, por lo
tanto, por sus clientes es considerada una FANTASIA SEXUAL de gran potencial,
dadas las distintas necesidades, argumentos mentales, depravaciones y filias de
cada individuo; por ende, resulta un ser más fascinante y atrayente que
cualquier mujer u hombre biológicos.
- Tiene una doble carga emocional, según muchos clientes que recurren a una
sexoservidora trans, pues “encuentran” lo mejor de ambos mundos: una apertura y
goce de una sexualidad libre y sin prejuicios por haber sido domesticada como
hombre y la carga erótica por tener los caracteres sexuales secundarios de una
mujer y los modos y formas de la misma.
- Puede penetrar y ser penetrada
- Es una fantasía “prohibida”, y lo prohibido genera más curiosidad.
Factores de Vulnerabilidad
- A diferencia de una mujer biológica,
una chica trans que se dedica al sexoservicio, es considerada un “varón
homosexual” o “travesti”, a pesar de los caracteres secundarios sexuales que ya
ha desarrollado por un tratamiento de sustitución hormonal o cirugías de
implantes de pechos, y dadas las circunstancias es considerada un ser inferior
a la mujer biológica sexoservidora.
- La falta de sensibilización en Centros de Salud y Hospitales públicos y
privados provoca una baja o nula calidad de servicios de salud a la población
trans.
- La chica trans sexoservidora está en una vulnerabilidad mayor per se dé su
naturaleza, pues si es remitida a un separo o prisión, se le encierra con
hombres, por el hecho de su biología.
- Por la falta de cultura e información en la sociedad que hay acerca de la
transgeneridad y transexualidad, las sexoservidoras trans sufren de violencia
física y psicológica extrema, violaciones a sus derechos humanos, vejaciones,
humillaciones, discriminación, segregación y en algunos casos, hasta
asesinatos.
- La falta de conocimiento de las mismas mujeres trans acerca de su naturaleza
biológica y de cómo llevar una inserción socio-cultural óptima.
Si de por sí, la prostitución
generalmente y como actividad económica, es desempeñada por el lumpen
proletariado al servicio de proletariados y burgueses. Es decir, es una tarea
económica al margen del proceso productivo y de las relaciones legalmente
definidas. Es común que las prostitutas sean personas no pertenecientes al
trabajo asalariado (proletariado) ni a la pequeña o gran burguesía (quienes
poseen los medios de producción), pero que desempeñan su trabajo en función de
esas clases sociales. Esto no elimina la posibilidad de que haya prostitutas
(de hecho las hay) que sean económicamente pudientes, o bien empleadas de determinada
empresa, aparte de su trabajo de prostitución.
La situación legal de la prostitución
es paradójica. No se prohíbe expresamente, no se la castiga formalmente, aunque
en la práctica así ocurre. La ley (Código Penal del D.F., artículo 207)
persigue al que engancha a la prostituta, al que la administra, al que le
consigue clientela, al que proporciona los servicios conexos. Se omite
cualquier referencia a la persona que ejerce la prostitución. La paradoja surge
cuando a las prostitutas se les obliga, por ejemplo, a sufrir 15 días de
arresto, o cuando son extorsionadas por un policía para que pueda trabajar
libremente. La supuesta falta en la que incurren es una transgresión a la moral
y a las “buenas costumbres” (Reglamento de Policía y Buen Gobierno).
En realidad, la prostitución se
relaciona con 25 artículos del Código Penal, pero ninguna la penaliza
específicamente: ultraje a la moral pública, atentado al pudor, estupro, rapto,
violación, perversión de menores, aborto, infanticidio, contagio, libertad, genocidio,
etc.
En cuanto a los clientes, es
pertinente señalar que es precisamente por su demanda del servicio, que la
prostitución existe. Atrás de esto in duda está una gran represión sexual, una
dificultad para las relaciones interpersonales de carácter afectivo y sobre
todo, el hecho de separar lo amoroso (que es socialmente aceptado en el
noviazgo y en el matrimonio) de lo erótico-coital (que se permite de forma
limitada en el matrimonio, nunca antes de este y en forma libre y no
reproductiva cuando se contrata a una prostituta).
Un dato citado por Gómez Jara y
Barrera revela los siguientes datos sobre los clientes: 80% son casados, 15% no
se sabe y 5% soltero. El 50% tiene entre 25 y 35 años, el 30% entre 35 y 45
años y el 20% entre 45 años o más.
Una encuesta realizada por su
servidora hace 4 años incluyó a 2150 sexoservidoras trans mostró que el 50%
tiene entre 18 y 22 años, el 30% entre 23 y 35 años y el 20% restante tiene mas
de 35 años .
LAS FUNCIONES DE LA SEXOSERVIDORA
TRANS
La prostitución en si cumple diversos
objetivos, por ello es tolerada aunque se simule ante ella una condena social.
En esencia, la prostitución funciona como complemento y punto de apoyo a la
familia monogámica, y en el caso de las prostitución trans actúa como una
válvula de escape para todas aquellas fantasías que una mujer biológica no
puede satisfacer, por su simple construcción psico-social y cultural.
En efecto, para que persistan la
estructura familiar y los valores sobre la sexualidad, la mujer y el “deber
ser” dentro de la tradición judeocristiana, la existencia de las putas es muy
importante.
En el sentido antes expuesto, podemos
atribuirle las siguientes funciones:
a) Empresa comercializadora de la
actividad sexual que genera ganancias, fuentes de trabajo y permite negocios
variados.
b) Institución garante de control sexual alrededor de la familia monogámica
heterosexual.
c) Expresión de las relaciones de poder, la sexualidad como dominación y de
doble moral.
Nos interesa enfatizar sobre todo la
utilidad social de la prostitución para el propio sistema. Esta ya era
reconocida hace más de 15 siglos por San Agustín cuando afirmaba: “Suprimid a
las cortesanas y la sociedad sufrirá un profundo desquiciamiento”.
En siglos pretéritos la Iglesia
Católica llegó a sostener burdeles de Iglesia en Avignon y Roma.
Podemos decir que la prostitución
contribuye a apuntalar a la familia y que ésta como fábrica de ideologías
sustenta al propio sistema social.
La familia reproduce y controla,
proporciona al sistema mano de obra obediente y dependiente de lo emocional. La
mujer casada trabaja sin remuneración para el marido, limitando su personal
realización para lograr la del esposo e hijos.
La prostituta, con su papel y
trabajo, favorece que la mujer casada cumpla su tarea de paridora, sirvienta,
“educastradora” y consumidora. Se crea así un doble rol con sus
características: la dama o madre sublime (desempeñado por la esposa) y la mujer
de la vida alegre o de la calle (la prostituta).
La esposa tiene un rol reproductivo
tanto ideológico como maternal y la prostituta transgenéro o transexual pasa a
ser “la villana”, misma que aporta la cuota hedonista o placentera no hallada
en la pareja mujer biológica.
El papel salvaguardador de la prostitución trans puede resumirse así: Al igual
que la función de una prostituta biológica, que preserva a la esposa o a la
mujer “de su casa” con una gran capacidad reproductiva, al mismo tiempo que
mantiene su imagen monogámica de fidelidad, sin relaciones sexuales pre o
extramatrimoniales (lo cual sólo permite socialmente al varón); inicia y
canaliza la energía sexual de los jóvenes en el ámbito heterosexual antes del
matrimonio y compensa la falta de pareja en caso de divorcio o en la viudez; y
en caso exclusivo de la sexoservidora trans, independientemente de que haya una
buena o nula relación marital, ésta juega un papel bastante complejo, ya que
lleva las relaciones coito sexuales más allá de un simple encuentro, canaliza
en cualquier caso una “satisfacción extra” y “fantasias” que la biológica jamás
podrá.
Gagnon (1980) explica algunas otras
funciones psicológicas y sociales de la prostitución heterosexual, a saber:
Relaciones Coitales sin preámbulo
Algunos hombres sencillamente no
poseen la destreza social para cortejar sexualmente a una mujer, y les parece
que el contacto con una prostituta es menos complicado. Otros varones, que
tienen un interés menor en la sexualidad que en otros asuntos, sienten
desagrado por la pérdida de tiempo que conlleva el cortejo sexual. El llamar
para hacer una cita, sacar a la mujer para cenar, tratar con el camarero y
pagar la cuenta, decidir si el acto sexual va a producirse (aun cuando esté
asegurado) , etc., requiere tiempo y energía, y muchas veces, casi siempre
dinero. Además, siempre existe la posibilidad de que el tiempo y el dinero sean
malgastados, porque la mujer puede muy bien decir que “no”. Con una prostituta,
en cambio, el hombre sabe lo que va a ocurrir: a ella le da dinero y ella sabe
por qué. No hay confusión en la comunicación.
Relaciones coitales sin compromiso
emocional
El contacto con una prostituta no
solo ahorra tiempo y a menudo dinero sino que también reduce la obligación del
hombre hacia la mujer. La mayor parte de las expresiones de la sexualidad en
las condiciones actuales requiere de un mínimo de compromiso personal o
emocional. Los contactos sexuales con una prostituta están limitados por su
propia definición. Esta clase de relación ofrece la oportunidad de ser
puramente erótica, sin mezcla de lo sentimental o lo emocional.
Relaciones emocionales y afectivas
como factor de sociabilidad por condicionamientos culturales
En el caso específico de una chica
transgénero o transexual, los varones acuden a sus servicios como
sexoservidoras debido a que las presiones culturales y sociales heterosexuadas
rodean el concepto trans en una homosexualidad explícita, aunque no sea así, y
es la manera más cómoda, fácil y directa de vivir ésta experiencia “amigable”,
aunque no sea erótica ni coito-genital, meramente sentimental y de relación
social. Y aunque hay bastantes antros y bares en dónde se reúnen las chicas
trans, la mayoría de los varones no se expone a convivir en esos ambientes
debido a la “naturaleza” psicológica de otros varones de clase muy baja que son
rechazados por hembras biológicas de un nivel económico y cultural superior, no
así por las mismas trans, que, debido a la misma sociedad, se “conforman” con
aventuras de una noche, con arreglo económico de por medio o no.
Relaciones coitales por erotismo y
variedad
El contacto con prostitutas ofrece otros
servicios. Para hombres que son ambivalentes en cuanto a la sensualidad sexual
o a las técnicas sexuales apropiadas para sus esposas, la prostituta trans es
la prototípica mujer “muy mala” y “viciosa del sexo” de la cual pueden
esperarse las prácticas más sucias, incluso las que ninguna mujer biológica es
capaz de cumplir, por el simple hecho de tener un falo en vez de una vagina. A
pesar de que actualmente algunas mujeres aceptan realizar práctica sexuales que
antaño estaban prohibidas y meramente imposible debido a la falta de
tecnologías y juguetes sexuales que hay hoy en día (dildos, arneses, etc.) esto
no cambia necesariamente la situación, pues todavía encontramos maridos que no
aceptan que sus parejas las realicen, y mucho menos que las disfruten.
Las prostitutas permiten la variedad,
la apertura en las relaciones coitales, desde el momento en el que permiten al
hombre relacionarse sexualmente con otras personas, inclusive les proponen
trios, travestirlos a ellos mismos por sugerencia o deseo intrínseco del
cliente mismo. También, los hombres interesados en expresar algunas conductas
comportamentales no tienen empacho en solicitar estos servicios de las
prostitutas. Gagnon (1980) menciona que dado que algunas rameras encuentran
este tipo de intercambio sexual ofensivo, hay disponible un subgrupo de
“especialistas” para esa clase de clientes.
“Otra dimensión del erotismo es que
las prostitutas proporcionan el beneficio de la juventud a los hombres mayores.
Pasados los cincuentas, muchos hombres encuentran que las jóvenes son
sexualmente inaccesibles. Por lo general, sólo los individuos con dinero, poder
o carisma conservan un fuerte atractivo sexual después de los cincuentas. Para
ellos hay un número sustancial de jóvenes que son la “admiradoras” del poder y
la riqueza. Como hemos visto, Washington D.C., tiene quizá más que su cuota
normal de admiradoras de los políticos. Se informa que Henry Kissinger dijo una
vez: “El poder es el máximo afrodisiaco”. Para otros que ha cumplido los
cincuenta, el acceso a lo agradable, la juventud y lo erótico usualmente sólo
pueden lograrse mediante el pago.Gagnon (1980)
Relaciones coitales para el hombre
que se siente ineficaz o rechazado por mujeres biológicas
Debido a los diversos obstáculos
mentales o físicos, algunos hombres son incapaces de estimular la relación
sexual en las formas convencionales. Pueden estar física o mentalmente
incapacitados, o sentirse no agraciados estéticamente, razón por la que creen
no poder abordar a mujeres biológicas convencionales, porque piensan que los va
a rechazar, y entonces se dirigen a las prostitutas trans, por creer que no es
probable que éstas se nieguen a alguien que puede pagar. Pero aun cuando estas
mujeres trans por lo general están dispuestas a tomar todos los clientes, algunas
cobrarán a este tipo de hombres un precio mayor o le negarán el servicio.
Necesidad de experimentar el “lado
femenino”
Muchos clientes acuden a las
sexoservidoras trans por el simple hecho de relacionar su fetiche travestista
erótico o no erótico con la naturaleza de la transgénero o transexual, ellos
argumentan que una mujer trans no los va a juzgar e inclusive será su cómplice
en ese “submundo” de placer que quizás una prostituta mujer biológica no
entendería, además del simple hecho de que la trans le daría un acceso más
directo y fácil a ropas, accesorios, pelucas, zapatillas, modos, formas y
conductas consideradas femeninas.
Observaciones de la expositora:
Dentro de todo este contexto de los
sexoservicios por parte de la comunidad Trans, es importante resaltar que la
mayoría de las chicas no tienen otras oportunidades de empleo, ni siquiera de
una formación académica básica dados los condicionamientos socio-culturales
acerca de la naturaleza trans, pues nos consideran varones homosexuales, no mujeres
como tal; así mismo hay una migración sorprendente de varios estados de la
República Mexicana hacia el D.F. debido en gran parte a la fuerte
discriminación y nulidad de los derechos humanos para con nuestro sector,
orillando netamente a las mujeres a trabajar como prostitutas, en gran medida
por que el proceso de Sustitución Hormonal es costoso, el cual es la
herramienta básica para la transición del género, sin contar costos de cirugías
necesarias para complementar la transformación.
Sin contar el carente apoyo por parte de familiares, inclusive muchas somos
repudiadas por nuestras mismas familias, en gran parte a la falta de
información y el tabús existentes.
Hoy en día, habemos mujeres trans que
nos dedicamos al servicio de Acompañamiento y Sexoterapias desde un enfoque más
completo, estructurado y con bases científicas, en gran medida por el proyecto
de vida individual y por la convicción plena de la importancia de un desempeño
con protocolos que marquen una diferencia, un avance para una calidad en el
servicio es el primer paso para que pase de ser una profesión “repudiada” por
la sociedad, a una profesión “certificada” y “avalada” con recursos
intelectuales y académicos.
MISIÓN
Ofrecer servicios de calidad en un
ambiente sano, de respeto y de total confidencialidad a todos mis clientes y
pacientes.
VISIÓN
Facilitar mis servicios a través de
una serie de procesos descubiertos por la experiencia y los Estudios Académicos
y Profesionales que he adquirido con el tiempo, logrando un enfoque TOTALMENTE
VANGUARDISTA acerca del mundo del PLACER y el EROTISMO.
OBJETIVO
Tocar vidas, intercambiar
experiencias cálidas de vida y regocijar los sentidos humanos en un clímax en
balance o al extremo.
FUENTE: Ximena Do Santos.