jueves, 29 de enero de 2015

6 Trucos de WhatsApp que Deberías Conocer




1.- Evita que las famosas palomitas se pongan de color azul
Desde que WhatsApp  lanzó la versión que permite a los usuarios saber si leyeron o no sus mensajes se han desatado comentarios a favor y en contra. Claro, no siempre estamos de ánimos para contestar y no deseamos que sepan que sí leímos lo que nos escribieron.

Pues eso se puede solucionar, si, hay una forma de evitar que las famosas palomitas se pongan de color azul.

Para los que tienen un Smartphone con Android basta con descargar la versión beta de WhatsApp.

Configuración > Privacidad de la cuenta y desactivar la casilla que dice confirmación de lectura.

Para los que utilizan Iphone es un poco más complicado, pero no imposible. Tu teléfono tiene que tener el jailbreak para que puedas obtener una aplicación que muchos llamada WhatsApp receipt disabler.



2.-Evita que tomen tu celular y lean tus mensajes
Ya de por si existe la manera de poner seguridad a tu teléfono para que nadie pueda ver lo que tienes en él, pero por si las dudas también puedes poner un código de seguridad para tu cuenta de WhatsApp. Esto lo puedes hacer con una aplicación que se llama  WhatsApp Lock.


3.- Ya puedes leer y enviar mensajes desde  tu computadora de una forma sencilla. 
Este miércoles se hizo público el sitio web web.whatsapp.com en el que puedes recuperar y enviar mensajes facilmente desde una computadora.

Para comenzar a usarlo abre la aplicación en tu celular y entra a la página señalada arriba. Posteriormente escanea el código QR y listo.

La mala noticia es que todavía no está disponible para Iphone, pero los usuarios de Android pueden experimentar esta nueva forma de comunicarse con esta aplicación desde hoy.

Cabe mencionar que anteriormente se hacía mediante la aplicación Notifyr para los usuarios de Iphone (esta puede ser una opción alterna a la recién lanzada)  mientras que los que tienen Android Desktop Notifications.

Si quieres ver las notificaciones en tu computadora debes obtner la extensión para el navegador Chrome si es tu caso.


4.-Oculta la hora y fecha de tu ultima conexión
Para hacer esto ve a cuenta > privacidad y último visto. Te da tres opciones; que solo sean algunos contactos, todos o ninguno, ya dependerá de ti si lo desactivas completamente.


5.-Desactiva el guardado automático de fotos, videos o audios que te envíen.
A veces resulta molesto que cuando te envíen fotos, videos o audios se guarden en la memoria de tu celular y te quiten espacio, peor aún si te gastan tus megas.

Puedes desactivar eso yendo a la sección de ajustes o configuración dentro de WhatsApp > ajustes de chats, desactiva la opción de auto guardar archivos y listo.

6.-Recuperar conversaciones borradas
Por error o por decisión borramos nuestras conversaciones y a veces por algún motivo necesitamos recuperarlas. Esto lo puedes hacer desinstalando la aplicación; te preguntará si quieres recuperar todas tus conversaciones porque se hace un respaldo no visible de ellas.

También busca en la memoria de tu teléfono ( los que tienen Android) y podrás restaurar las conversaciones desde ahí.


Referencia
bbc.co.uk
Redacción Muchostips.com

lunes, 26 de enero de 2015

SOY SEXOSERVIDORA, PERO NO POR GUSTO.

Es puntual a la cita, no fuma ni toma, sólo es sexoservidora y aprovecha la  tecnología para emplearse. Proporciona un número telefónico, después de entablar contacto donde fija el precio por unos minutos de felicidad. En ese lapso de tiempo puede ser amiga, novia, amante; se puede cambiar el nombre, si el cliente lo prefiere; eso sí, muy cuidadosa a la hora de enamorarse.



Su voz es suave, enamora y su sonrisa encanta: “Yo no estoy en esto porque me gusta, sino por necesidad. La vida es difícil cuando se es Transexual y si una no cuenta con dinero, más. Al igual que muchas de las chicas que se encuentran paradas por las calles; eso sí, soy diferente, porque vendo mi cuerpo y es de calidad”. 

Refirió tener 26 años y cobrar mil pesos a cada persona por realizar sexo. Por la tarde se va al gimnasio, al café con sus amigas, aunque su familia cree que tiene otro tipo de trabajo.


La “Flaca”, su nombre de combate, despierta cada mañana con la cruda realidad de saberse una trabajadora sexual de las dos mil que existen en la ciudad. El espejo que le da los buenos días, le indica que ha envejecido un día más y que para evitar las arrugas debe dormir otro rato, pero considera “que a sus 26 años el tiempo no es oro; sino diamantes".


Revela que a ella le vale lo que digan sus vecinos, si es que algún día descubren que es una trabajadora sexual, la cual se mantiene de darle placer a los hombres y ahorrar lo más posible para tener un capital, para después dedicarse a otra cosa.

La Flaca sale a la calle con paso seguro, mandando a la “fregada” a todo aquel que trata de alcanzar su torneado talle o siquiera darle una nalgada. Su cabello, su piel suave y su aroma son otros de los aspectos que embrujan a sus clientes.

La mujer aceptó el encuentro y la entrevista con una condición: nada de fotografías.

Ella no sabe de padrotes, inspectores u operativos que sobresalten su existencia, va a lo seguro y el tiempo que invierte.

“Sé del peligro que se corre, por eso siempre estoy alerta; cada loco que se encuentra una. Por eso, confío más cuando es un cliente conocido que ha disfrutado de mis caricias. Hasta me han propuesto matrimonio; quizá más adelante”, relata.

La joven apuntó que aprovecha la tecnología, donde sube sus fotos; ahí “engancha” a sus clientes; después del diálogo ofrece sus servicios: Mil pesos. El cliente paga el hotel o pone el departamento. 


Acepta que siente miedo, porque no es fácil estar con un extraño y menos en esas condiciones: “Por eso trabajo con citas por teléfono; es menos riesgoso. Me contratan ejecutivos y, parece nada. Gente de la tercera edad que me ha propuesto matrimonio y tener una vida juntos pero resultan casados”.


En su familia nadie sabe a lo que se dedica, sólo que ella tiene un buen trabajo, que le va bien, se costea todos sus gastos. La admiran porque es una chica dinámica, responsable y solidaria, aunque sólo tenga 26 años, como ella dice que tiene. 

La Flaca no usa peluca ni “pupilentes”, ni mucho menos trata de ser provocativa, porque con su cuerpo es suficiente.


Su sonrisa, fascinante, deja al descubierto el blanco de sus dientes, los cuales están agazapados en unos labios provocadores, de los cuales salen las respuestas directas, sin titubeos.

Al preguntarle la razón del apodo de La Flaca, ella sonríe y responde: “Es cuestión de trabajo; llámame como quieras, pero cuando me contactes dime simplemente Flaca. No es necesario entrar en detalles, seré lo que tú quieras que sea, haré todo lo que quieras, pero sin decirte mi verdadero nombre”.

El tiempo se fue de las manos, la charla concluyó con un abrazo, un beso en la mejilla y un “hasta luego”, en forma de promesa, para un nuevo encuentro.



sábado, 24 de enero de 2015

TRUCOS PARA UN DELINEADO PERFECTO

Es uno de los pasos preferidos a la hora de maquillarse, pero no es de los más fáciles!! Para que logres resultados de maquillista  profesional en casa, sigue estos tips que no fallan y enamora con tus ojos delineados:



1. Ante todo, la paciencia
Los pasos de precisión requieren de cierta dedicación (sí, con rima y todo), y por eso es básico que no estés apurándote al delinear tus ojos. Siéntate cómoda frente a un espejo con buena luz y sé lo más prolijita que puedas. La práctica hace al maestro!!
2. El truco de unir los puntos
Como en esos viejos juegos de revista, marca pequeños puntitos sobre el contorno y después unelos. Parece tonto, pero funciona!!
3. La salvación: hisopos & desmaquillante a la mano
Así de sencillo… ¿Te quedó un “serruchito” o te pasaste del grosor deseado? Borrón y cuenta nueva…
EXTRA TIP: si antes de delinear usas una sombra y limpias un lío, lo más seguro es que también la saques. Vuelve a aplicarla antes de retocar el delineado.
4. Anímate a la variedad
Hay miles de formas de contornear tus ojos, pero tienes que probarlos para saber qué estilos van mejor con tu cara y tu onda!! Juega a cambiar de forma, largo, color… Pueden ser más finos o gruesos, con o sin colita, arriba o abajo -o ambas partes-, hasta la mitad del ojo o completos. Hasta los puedes hacer dobles siguiendo este tutorial!!
5. Fija
Los lápices delineadores son cremosos y nunca se secan (a diferencia de los líquidos o en gel), así que si quieres usarlos y que duren por horas sin moverse un milímetro, fijalos usando sombra en polvo del mismo color.
IMPORTANTE: antes de pegar la sombra sobre el lápiz, descarga el exceso con golpecitos así no te manchas la zona de ojeras!!





jueves, 15 de enero de 2015

SEXOSERVICIO OFRECIDO POR MUJERES TRANSGÉNERO Y TRANSEXUALES.

“Espero que no habrás llevado una vida doble, aparentando ser malo y siendo en realidad bueno: eso sería Hipocresía” 

                               Oscar Wilde



Iniciaremos el tema con la definición conceptual de este fenómeno.
Definición:
El sexoservicio o prostitución ha sido definida como la acción y efecto de prostituir, como la forma de vida de las prostitutas o como aquél comercio carnal en donde está presente el ánimo de lucro.
La ONU define a la prostituta como cómo “la mujer que se ofrece libremente a cambio de dinero al primero que llega, sin elección ni placer, en forma cotidiana cuando no posee ningún otro medio de existencia”. Sin embargo, esta definición es bastante categórica al señalar que la prostituta ofrece sus servicios sin elección ni placer. En realidad ¿quién podría asegurar que alguna prostituta no obtuviera placer del ejercicio de su profesión?. Lo anterior, es una afirmación generalizadora y absolutamente valorativa.
Consideramos que tan solo en situaciones particulares, la prostituta no tiene capacidad de elección, pues tiene ante todo la necesidad de obtener beneficios económicos. Sin embargo, muy a menudo tiene la posibilidad de escoger a sus clientes. También se afirma en la definición de la ONU que la prostituta no tiene otro medio de existencia, cuando encontramos a mujeres biológicas, mujeres transgénero, mujeres transexuales u hombres biológicos que ejercen esta profesión y que además realizan cualquier otro tipo de trabajo alternativo.
Por lo tanto, llamaremos “prostituta o prostituto” a aquella persona que ejerce habitualmente la prostitución que incluye el intercambio sexual con clientes que a su vez pagan una cuota por tal servicio. Es decir, el mantener un trato sexual con una o más personas a cambio de remuneración.
La prostitución es una forma organizada de comercio sexual extra conyugal menospreciada y al mismo tiempo tolerada por la sociedad. Ha sido una actividad histórica y organizada, implicando esto que su surgimiento corresponde al nacimiento de las clases sociales, la familia monogámica y a los valores mercantiles en las relaciones humanas. Constituye una forma de organización social porque en ella participan por lo menos siete sectores con papeles específicos, jerarquías, estatus legal, informal, etc.:
Beneficiarios: Es el grupo de los empresarios de hoteles, centros nocturnos, bares, agencias publicitarias y turísticas, locales relacionados con exhibiciones de películas o de distribución y consumo de licores u otras drogas.
Los clientes: Estos pueden ser individuales o asociados, como en el caso del ejército, al alquilar prostitutas para distraer a los soldados; o cuando una empresa efectúa el contrato para cubrir tiempos libres en reuniones y congresos. La simple reunión de amigos en pos de obtener servicio sexual, ya es una asociación.
Sistema de justicia penal: Conformado por fiadores, abogados, defensores, policía, fiscales, jueces, carceleros, proveedores de servicios (por ejemplo, el personal que tramita las tarjetas sanitarias), etc.
Publicistas: Directores y reporteros de periódicos, editores de publicaciones, productores de películas, autores de libros, políticos, reformadores morales (positivos y negativos), etc.
Gente del “medio”: Alcahuetes, regenteadores, padrotes, las propias prostitutas, delincuentes, administradores, etc.
Contactos: En esta categoría incluimos a los taxistas, mozo de hotel y cantineros que relacionan al cliente con la prostituta.
Profesionales: Médicos, terapeutas, trabajadores sociales, investigadores sexuales, etc.
El sexoservicio es una práctica de relación sexual mercantilizada con diversidad de clientes y por lo común carente de afecto. El papel de dominador lo representa el cliente, quien utiliza, cosifica, al sujeto prostituido. Sin embargo, también puede decirse que entre una prostituta y cliente se establece una relación de igual a igual desde el punto de vista contractual, ya que se trata de un convenio de compra venta, donde lo que se vende es un servicio sexual.


TIPOS DE SEXO-SERVIDORAS:
- Taloneras, trotacalles: deambulan calles, plazas, centros comerciales.
- Ficheras o cabareteras: trabajan en cabarets, restaurantes e invitan al consumo.
- Ruleteras o motorizadas: alquilan taxis para las rondas y levantan clientes.
- Furtivas o pupilas: trabajan en casas de citas. Acuden por solicitud del cliente o administradores.
- Call Girls: laboran en su casa bajo citas telefónicas.
- Semi-esposa: viven con un hombre a cambio de subsistencia, convenio sin hijos, quehaceres domésticos.
- Acompañante: son compañeras de noche, viajes, etc. En ocasiones son bailarinas, modelos, artistas, etc.
- Oportunista amateur: casada, con empleo, tiene relaciones sexuales para obtener beneficios extras.
- Esposa: el tipo de mujer que se entrega a su esposo con el fin de obtener seguridad económica y social, se coloca como objeto sexual.
ASPECTOS PSICO-SOCIALES DEL SEXOSERVICIO
En muchos de los casos, la sexoservidora es explotada en sus ingresos económicos por diversas personas: administradores de sus finanzas, dueños de prostíbulos o cabarets, policías, etc. Se habla de explotación directa cuando la hace el círculo íntimo (empresarios) y de explotación indirecta cuando la ejerce la policía, los periodistas venales, etc.
No son raros los malos tratos, las vejaciones e inclusive los daños físicos hacia las sexoservidoras por parte de sus explotadores o clientes, y más aún cuando la chica transgénero o transexual no es plena conocedora de sus derechos humanos, situación que es aprovechada por sus agresores.
A diferencia de la prostitución ofrecida por mujeres bilógicas u hombres bilógicos, una mujer trans tiene una serie de factores que la hacen más atractiva y a la vez más vulnerable; éstos son los siguientes:
Factores de atracción:
- Es una mujer con pene, por lo tanto, por sus clientes es considerada una FANTASIA SEXUAL de gran potencial, dadas las distintas necesidades, argumentos mentales, depravaciones y filias de cada individuo; por ende, resulta un ser más fascinante y atrayente que cualquier mujer u hombre biológicos.
- Tiene una doble carga emocional, según muchos clientes que recurren a una sexoservidora trans, pues “encuentran” lo mejor de ambos mundos: una apertura y goce de una sexualidad libre y sin prejuicios por haber sido domesticada como hombre y la carga erótica por tener los caracteres sexuales secundarios de una mujer y los modos y formas de la misma.
- Puede penetrar y ser penetrada
- Es una fantasía “prohibida”, y lo prohibido genera más curiosidad.
Factores de Vulnerabilidad
- A diferencia de una mujer biológica, una chica trans que se dedica al sexoservicio, es considerada un “varón homosexual” o “travesti”, a pesar de los caracteres secundarios sexuales que ya ha desarrollado por un tratamiento de sustitución hormonal o cirugías de implantes de pechos, y dadas las circunstancias es considerada un ser inferior a la mujer biológica sexoservidora.
- La falta de sensibilización en Centros de Salud y Hospitales públicos y privados provoca una baja o nula calidad de servicios de salud a la población trans.
- La chica trans sexoservidora está en una vulnerabilidad mayor per se dé su naturaleza, pues si es remitida a un separo o prisión, se le encierra con hombres, por el hecho de su biología.
- Por la falta de cultura e información en la sociedad que hay acerca de la transgeneridad y transexualidad, las sexoservidoras trans sufren de violencia física y psicológica extrema, violaciones a sus derechos humanos, vejaciones, humillaciones, discriminación, segregación y en algunos casos, hasta asesinatos.
- La falta de conocimiento de las mismas mujeres trans acerca de su naturaleza biológica y de cómo llevar una inserción socio-cultural óptima.
Si de por sí, la prostitución generalmente y como actividad económica, es desempeñada por el lumpen proletariado al servicio de proletariados y burgueses. Es decir, es una tarea económica al margen del proceso productivo y de las relaciones legalmente definidas. Es común que las prostitutas sean personas no pertenecientes al trabajo asalariado (proletariado) ni a la pequeña o gran burguesía (quienes poseen los medios de producción), pero que desempeñan su trabajo en función de esas clases sociales. Esto no elimina la posibilidad de que haya prostitutas (de hecho las hay) que sean económicamente pudientes, o bien empleadas de determinada empresa, aparte de su trabajo de prostitución.
La situación legal de la prostitución es paradójica. No se prohíbe expresamente, no se la castiga formalmente, aunque en la práctica así ocurre. La ley (Código Penal del D.F., artículo 207) persigue al que engancha a la prostituta, al que la administra, al que le consigue clientela, al que proporciona los servicios conexos. Se omite cualquier referencia a la persona que ejerce la prostitución. La paradoja surge cuando a las prostitutas se les obliga, por ejemplo, a sufrir 15 días de arresto, o cuando son extorsionadas por un policía para que pueda trabajar libremente. La supuesta falta en la que incurren es una transgresión a la moral y a las “buenas costumbres” (Reglamento de Policía y Buen Gobierno).
En realidad, la prostitución se relaciona con 25 artículos del Código Penal, pero ninguna la penaliza específicamente: ultraje a la moral pública, atentado al pudor, estupro, rapto, violación, perversión de menores, aborto, infanticidio, contagio, libertad, genocidio, etc.
En cuanto a los clientes, es pertinente señalar que es precisamente por su demanda del servicio, que la prostitución existe. Atrás de esto in duda está una gran represión sexual, una dificultad para las relaciones interpersonales de carácter afectivo y sobre todo, el hecho de separar lo amoroso (que es socialmente aceptado en el noviazgo y en el matrimonio) de lo erótico-coital (que se permite de forma limitada en el matrimonio, nunca antes de este y en forma libre y no reproductiva cuando se contrata a una prostituta).
Un dato citado por Gómez Jara y Barrera revela los siguientes datos sobre los clientes: 80% son casados, 15% no se sabe y 5% soltero. El 50% tiene entre 25 y 35 años, el 30% entre 35 y 45 años y el 20% entre 45 años o más.
Una encuesta realizada por su servidora hace 4 años incluyó a 2150 sexoservidoras trans mostró que el 50% tiene entre 18 y 22 años, el 30% entre 23 y 35 años y el 20% restante tiene mas de 35 años .

LAS FUNCIONES DE LA SEXOSERVIDORA TRANS
La prostitución en si cumple diversos objetivos, por ello es tolerada aunque se simule ante ella una condena social. En esencia, la prostitución funciona como complemento y punto de apoyo a la familia monogámica, y en el caso de las prostitución trans actúa como una válvula de escape para todas aquellas fantasías que una mujer biológica no puede satisfacer, por su simple construcción psico-social y cultural.
En efecto, para que persistan la estructura familiar y los valores sobre la sexualidad, la mujer y el “deber ser” dentro de la tradición judeocristiana, la existencia de las putas es muy importante.
En el sentido antes expuesto, podemos atribuirle las siguientes funciones:
a) Empresa comercializadora de la actividad sexual que genera ganancias, fuentes de trabajo y permite negocios variados.
b) Institución garante de control sexual alrededor de la familia monogámica heterosexual.
c) Expresión de las relaciones de poder, la sexualidad como dominación y de doble moral.
Nos interesa enfatizar sobre todo la utilidad social de la prostitución para el propio sistema. Esta ya era reconocida hace más de 15 siglos por San Agustín cuando afirmaba: “Suprimid a las cortesanas y la sociedad sufrirá un profundo desquiciamiento”.
En siglos pretéritos la Iglesia Católica llegó a sostener burdeles de Iglesia en Avignon y Roma.
Podemos decir que la prostitución contribuye a apuntalar a la familia y que ésta como fábrica de ideologías sustenta al propio sistema social.
La familia reproduce y controla, proporciona al sistema mano de obra obediente y dependiente de lo emocional. La mujer casada trabaja sin remuneración para el marido, limitando su personal realización para lograr la del esposo e hijos.
La prostituta, con su papel y trabajo, favorece que la mujer casada cumpla su tarea de paridora, sirvienta, “educastradora” y consumidora. Se crea así un doble rol con sus características: la dama o madre sublime (desempeñado por la esposa) y la mujer de la vida alegre o de la calle (la prostituta).
La esposa tiene un rol reproductivo tanto ideológico como maternal y la prostituta transgenéro o transexual pasa a ser “la villana”, misma que aporta la cuota hedonista o placentera no hallada en la pareja mujer biológica.
El papel salvaguardador de la prostitución trans puede resumirse así: Al igual que la función de una prostituta biológica, que preserva a la esposa o a la mujer “de su casa” con una gran capacidad reproductiva, al mismo tiempo que mantiene su imagen monogámica de fidelidad, sin relaciones sexuales pre o extramatrimoniales (lo cual sólo permite socialmente al varón); inicia y canaliza la energía sexual de los jóvenes en el ámbito heterosexual antes del matrimonio y compensa la falta de pareja en caso de divorcio o en la viudez; y en caso exclusivo de la sexoservidora trans, independientemente de que haya una buena o nula relación marital, ésta juega un papel bastante complejo, ya que lleva las relaciones coito sexuales más allá de un simple encuentro, canaliza en cualquier caso una “satisfacción extra” y “fantasias” que la biológica jamás podrá.
Gagnon (1980) explica algunas otras funciones psicológicas y sociales de la prostitución heterosexual, a saber:
Relaciones Coitales sin preámbulo
Algunos hombres sencillamente no poseen la destreza social para cortejar sexualmente a una mujer, y les parece que el contacto con una prostituta es menos complicado. Otros varones, que tienen un interés menor en la sexualidad que en otros asuntos, sienten desagrado por la pérdida de tiempo que conlleva el cortejo sexual. El llamar para hacer una cita, sacar a la mujer para cenar, tratar con el camarero y pagar la cuenta, decidir si el acto sexual va a producirse (aun cuando esté asegurado) , etc., requiere tiempo y energía, y muchas veces, casi siempre dinero. Además, siempre existe la posibilidad de que el tiempo y el dinero sean malgastados, porque la mujer puede muy bien decir que “no”. Con una prostituta, en cambio, el hombre sabe lo que va a ocurrir: a ella le da dinero y ella sabe por qué. No hay confusión en la comunicación.
Relaciones coitales sin compromiso emocional
El contacto con una prostituta no solo ahorra tiempo y a menudo dinero sino que también reduce la obligación del hombre hacia la mujer. La mayor parte de las expresiones de la sexualidad en las condiciones actuales requiere de un mínimo de compromiso personal o emocional. Los contactos sexuales con una prostituta están limitados por su propia definición. Esta clase de relación ofrece la oportunidad de ser puramente erótica, sin mezcla de lo sentimental o lo emocional.
Relaciones emocionales y afectivas como factor de sociabilidad por condicionamientos culturales
En el caso específico de una chica transgénero o transexual, los varones acuden a sus servicios como sexoservidoras debido a que las presiones culturales y sociales heterosexuadas rodean el concepto trans en una homosexualidad explícita, aunque no sea así, y es la manera más cómoda, fácil y directa de vivir ésta experiencia “amigable”, aunque no sea erótica ni coito-genital, meramente sentimental y de relación social. Y aunque hay bastantes antros y bares en dónde se reúnen las chicas trans, la mayoría de los varones no se expone a convivir en esos ambientes debido a la “naturaleza” psicológica de otros varones de clase muy baja que son rechazados por hembras biológicas de un nivel económico y cultural superior, no así por las mismas trans, que, debido a la misma sociedad, se “conforman” con aventuras de una noche, con arreglo económico de por medio o no.
Relaciones coitales por erotismo y variedad
El contacto con prostitutas ofrece otros servicios. Para hombres que son ambivalentes en cuanto a la sensualidad sexual o a las técnicas sexuales apropiadas para sus esposas, la prostituta trans es la prototípica mujer “muy mala” y “viciosa del sexo” de la cual pueden esperarse las prácticas más sucias, incluso las que ninguna mujer biológica es capaz de cumplir, por el simple hecho de tener un falo en vez de una vagina. A pesar de que actualmente algunas mujeres aceptan realizar práctica sexuales que antaño estaban prohibidas y meramente imposible debido a la falta de tecnologías y juguetes sexuales que hay hoy en día (dildos, arneses, etc.) esto no cambia necesariamente la situación, pues todavía encontramos maridos que no aceptan que sus parejas las realicen, y mucho menos que las disfruten.
Las prostitutas permiten la variedad, la apertura en las relaciones coitales, desde el momento en el que permiten al hombre relacionarse sexualmente con otras personas, inclusive les proponen trios, travestirlos a ellos mismos por sugerencia o deseo intrínseco del cliente mismo. También, los hombres interesados en expresar algunas conductas comportamentales no tienen empacho en solicitar estos servicios de las prostitutas. Gagnon (1980) menciona que dado que algunas rameras encuentran este tipo de intercambio sexual ofensivo, hay disponible un subgrupo de “especialistas” para esa clase de clientes.
“Otra dimensión del erotismo es que las prostitutas proporcionan el beneficio de la juventud a los hombres mayores. Pasados los cincuentas, muchos hombres encuentran que las jóvenes son sexualmente inaccesibles. Por lo general, sólo los individuos con dinero, poder o carisma conservan un fuerte atractivo sexual después de los cincuentas. Para ellos hay un número sustancial de jóvenes que son la “admiradoras” del poder y la riqueza. Como hemos visto, Washington D.C., tiene quizá más que su cuota normal de admiradoras de los políticos. Se informa que Henry Kissinger dijo una vez: “El poder es el máximo afrodisiaco”. Para otros que ha cumplido los cincuenta, el acceso a lo agradable, la juventud y lo erótico usualmente sólo pueden lograrse mediante el pago.Gagnon (1980)
Relaciones coitales para el hombre que se siente ineficaz o rechazado por mujeres biológicas
Debido a los diversos obstáculos mentales o físicos, algunos hombres son incapaces de estimular la relación sexual en las formas convencionales. Pueden estar física o mentalmente incapacitados, o sentirse no agraciados estéticamente, razón por la que creen no poder abordar a mujeres biológicas convencionales, porque piensan que los va a rechazar, y entonces se dirigen a las prostitutas trans, por creer que no es probable que éstas se nieguen a alguien que puede pagar. Pero aun cuando estas mujeres trans por lo general están dispuestas a tomar todos los clientes, algunas cobrarán a este tipo de hombres un precio mayor o le negarán el servicio.
Necesidad de experimentar el “lado femenino”
Muchos clientes acuden a las sexoservidoras trans por el simple hecho de relacionar su fetiche travestista erótico o no erótico con la naturaleza de la transgénero o transexual, ellos argumentan que una mujer trans no los va a juzgar e inclusive será su cómplice en ese “submundo” de placer que quizás una prostituta mujer biológica no entendería, además del simple hecho de que la trans le daría un acceso más directo y fácil a ropas, accesorios, pelucas, zapatillas, modos, formas y conductas consideradas femeninas.
Observaciones de la expositora:
Dentro de todo este contexto de los sexoservicios por parte de la comunidad Trans, es importante resaltar que la mayoría de las chicas no tienen otras oportunidades de empleo, ni siquiera de una formación académica básica dados los condicionamientos socio-culturales acerca de la naturaleza trans, pues nos consideran varones homosexuales, no mujeres como tal; así mismo hay una migración sorprendente de varios estados de la República Mexicana hacia el D.F. debido en gran parte a la fuerte discriminación y nulidad de los derechos humanos para con nuestro sector, orillando netamente a las mujeres a trabajar como prostitutas, en gran medida por que el proceso de Sustitución Hormonal es costoso, el cual es la herramienta básica para la transición del género, sin contar costos de cirugías necesarias para complementar la transformación.
Sin contar el carente apoyo por parte de familiares, inclusive muchas somos repudiadas por nuestras mismas familias, en gran parte a la falta de información y el tabús existentes.
Hoy en día, habemos mujeres trans que nos dedicamos al servicio de Acompañamiento y Sexoterapias desde un enfoque más completo, estructurado y con bases científicas, en gran medida por el proyecto de vida individual y por la convicción plena de la importancia de un desempeño con protocolos que marquen una diferencia, un avance para una calidad en el servicio es el primer paso para que pase de ser una profesión “repudiada” por la sociedad, a una profesión “certificada” y “avalada” con recursos intelectuales y académicos.

MISIÓN
Ofrecer servicios de calidad en un ambiente sano, de respeto y de total confidencialidad a todos mis clientes y pacientes.
VISIÓN
Facilitar mis servicios a través de una serie de procesos descubiertos por la experiencia y los Estudios Académicos y Profesionales que he adquirido con el tiempo, logrando un enfoque TOTALMENTE VANGUARDISTA acerca del mundo del PLACER y el EROTISMO.
OBJETIVO
Tocar vidas, intercambiar experiencias cálidas de vida y regocijar los sentidos humanos en un clímax en balance o al extremo.

FUENTE: Ximena Do Santos. 

viernes, 2 de enero de 2015

El miedo Masculino a la potencia sexual femenina.

Entre 1970 y 1988, William Hartmann, del Centro para Problemas Maritales y Sexuales, en California, monitorizó el orgasmo de 469 mujeres y 289 hombres voluntarios. El mayor número de orgasmos en una hora fue de 134 para la mujer y 16 para el hombre.

El miedo de los hombres a la potencia arrasadora de la sexualidad femenina ha sido uno de los grandes motivos para encerrar a las mujeres en el ámbito doméstico, para cubrir sus cuerpos (desde el velo hasta el burka), para mutilarlos (dos millones de niñas al año son castradas -ablación de clítoris- a manos de sus familiares) y para estigmatizarnos como seres más próximos a la animalidad y la irracionalidad que a la cultura y la civilización humana.
La mayor parte de los monstruos femeninos de las culturas patriarcales son seres eróticos, voraces, insaciables sexualmente, apasionados, crueles hasta el extremo. Las Gorgonas, las Harpías, las Erinias, las Amazonas, las Sirenas, la Esfinge, las Succubus, Medusa, las Lamias, las Centaurides, las Empusas, Artemisa, Afrodita…
Otras diosas monstruosas fueron: Andras, un Espectro Bisexual; Astartea, el Ángel del Infierno; Gomory, la Maestra del Sexo; Is Dahut, la Amante Insaciable; Perséfone, la Reina del Inframundo; Zalir, la Lesbiana, Zemunín, la Prostituta.
Lamia, el Mito de la Vagina Dentada. Es un personaje femenino de la mitología grecolatina, caracterizado como asustaniños y seductora terrible.
Otras mujeres malas (malas porque se sienten libres y actúan como quieren) son Lilith (para la cultura hebrea) y Eva (para la cristiana), porque con su curiosidad corrompen la bondad del hombre.
Lilith es considerada la primera esposa de Adán en la literatura rabínica. En las leyendas populares hebreas es el espíritu del mal y la destrucción, el demonio animal con rostro de mujer. Dios no la creó a partir de la costilla del primer hombre, sino de “inmundicia y sedimento”. Según Erika Bornay (1998), Lilith y Adán nunca encontraron la paz, principalmente porque Lilith, no queriendo renunciar a su igualdad, discutía con su compañero sobre el modo y la forma de realizar su unión carnal.
Lilith consideraba ofensiva la postura recostada que él exigía. “¿Por qué he de acostarme debajo de ti?”, preguntaba, “yo también fui hecha de polvo, y por consiguiente, soy tu igual”. Como Adán trató de obligarla por la fuerza, Lilith, airada, pronunció el nombre mágico de Dios, se elevó en el aire y lo abandonó. La diablesa huyó del Edén para siempre y se fue a vivir a la región del aire “donde se unió al mayor de los demonios y engendró con él toda una estirpe de diablos”.
Las religiones monoteístas, en general, se esfuerzan mucho en condenar el deseo de la mujer y en tratar de constreñir el erotismo femenino a la tarea de la reproducción. Según Erika Bornay, los penitenciales medievales revelan que el acto carnal entre un hombre y una mujer no unidos en santo matrimonio era considerado más grave que el asesinato:
“El continuo apelar a la abstinencia, esta insistencia en la maldad intrínseca del goce sexual, este desprecio sin paliativos por la carne necesitó de la figura de un ‘impulsor’, un culpable, un ser proclive al pecado, que no fuera aquel hombre creado a ‘semejanza de Dios’. Se necesitaba de ‘otro’ que por la lógica de estas filosofías patrísticas, iba a ser otra: Eva, la Mujer. Es en ella en quien los padres de la Iglesia encarnarán todas las tentaciones del mundo terrenal, el sexo y el demonio. Y ello pese a que en el Antiguo Testamento el hombre reconoce a la mujer como su igual”.
La moral patriarcal ha dividido a las mujeres en dos grupos: las seductoras, que destacan por su erotismo y sexualidad; sus artes sensuales sirven para desorientar y manipular a los hombres, que tienen que huir de ellas para no sentirse dominados. Y por otro lado están las discretas, que aparentan no sentir deseo alguno. Las primeras son malas porque son promiscuas, y porque no son sumisas a la autoridad masculina, ni se sienten objeto perteneciente a ningún dueño. Las segundas son las madres y las esposas, esas mujeres complacientes y bondadosas que tienen sexo solo por complacer a sus maridos, no porque lo deseen por ellas mismas.
Esta idea implica que su cuerpo, de algún modo, no es suyo, sino del hombre con el que se casa, del cura que la confiesa, del médico que la explora, del gobernador que ejecuta las leyes, de los parlamentarios que las aprueban. Su cuerpo reproductor es un bien social, por eso la maternidad se contempla como algo obligatorio, natural y necesario para las mujeres.
Ya sabemos que a las mujeres que han elegido un camino distinto haciendo ejercicio de su libertad les ha tocado morir torturadas, asesinadas, y quemadas en la hoguera. La figura de la bruja, la vampiresa, la loba, la hiena, ha sido común para representar a las mujeres con deseo sexual, y forma parte de las pesadillas del imaginario masculino la mujer a la que ningún hombre sacia.
En nuestra cultura, las mujeres que han disfrutado de su cuerpo y su sexualidad han sido siempre estigmatizadas socialmente como malas mujeres, mujeres de vida alegre, mujeres de la calle, putas o ninfómanas. En definitiva, las mujeres que se apartan de sus estereotipos y roles de género, y su función reproductora, son penalizadas socialmente por ello, y esto ha sido así durante muchos siglos.
Por eso han tenido que recurrir siempre a cómplices y ayudantes para poder vivir su sexualidad al margen de la moral patriarcal. En el caso de las lesbianas, el ambiente doméstico propició de alguna manera que las mujeres pudieran compartir placeres y cariño sin la represión masculina, aunque siempre en la clandestinidad.
En el caso de las heterosexuales, son las alcahuetas, celestinas, criadas… las que ayudaban a las mujeres recluidas en su casa destinadas a un matrimonio de conveniencia. Ellas facilitaban los acercamientos masculinos, el establecimiento de las citas clandestinas, el reparamiento de virgos antes de las bodas, el adulterio sostenido de las casadas. Y es que la hipocresía cristiana y burguesa daba por sentado que las mujeres no tenían deseos propios y que su deber era guardarse del deseo masculino, siempre potente y desbocado.
El clítoris fue descubierto en el siglo XVI y redescubierto por la sexología a finales del XIX. El orgasmo múltiple en el XX. Cuando digo “fue descubierto” me refiero a que lo descubrió la Ciencia, que hasta entonces había sido exclusivamente cosa de hombres. Nosotras ya sabíamos lo del clítoris y también conocíamos los orgasmos múltiples sin que ningún especialista nos tuviera que decir nada. Pero para la opinión pública supuso un escándalo constatar no sólo que la sexualidad femenina no es inferior ni más débil que la masculina, sino probablemente más placentera que la masculina porque la mujer no se descarga y muere, sino que es capaz de perderse en las cimas del placer sin descender de ellas durante mucho tiempo.
En el caso de los hombres, el orgasmo es esencial para la inseminación: las embestidas empujan los espermatozoides dentro de la vagina. El óvulo de la mujer, sin embargo, es expulsado naturalmente por el ovario una vez al mes, independientemente de su respuesta sexual; esto es lo que hace incomprensible la función del orgasmo múltiple para los científicos.
Según Helen Fisher (2007), una de las causas del orgasmo femenino radica en el placer que siente la mujer: “para la mujer el orgasmo es un viaje, un estado alterado de conciencia, una realidad diferente que la eleva por una espiral que llega hasta el caos, y que luego le proporciona sensaciones de calma, ternura, y cariño que tienden a cimentar la relación con el compañero”.
Otros autores inciden en la idea de que el orgasmo sacia a la mujer, y eso la induce a permanecer acostada, lo que impide que la esperma escape del canal vaginal.  El antropólogo Donald Symons piensa que, al no tener el orgasmo femenino una utilidad directa en la concepción, es un fenómeno anatómico y fisiológico innecesario que ha subsistido a la evolución femenina solo por su importancia para los hombres. Como el orgasmo es señal de haber llegado a la máxima satisfacción, a los hombres les gusta que la mujer lo experimente porque es la prueba de la gratificación de su compañera, y tal vez porque suponen que de ese modo tenderá menos a buscar aventuras sexuales.
Desde esta óptica (poco afortunada a mi entender), el orgasmo femenino sirve o existe para alimentar el Ego del macho y lo prueba el hecho de que muchas fingen tenerlo para no herir a su compañero. Catharine MacKinnon, por ejemplo, ve en la “simulación del orgasmo” una demostración ejemplar del poder masculino de conformar la interacción entre los sexos de acuerdo con la visión de los hombres, que esperan del orgasmo femenino una prueba de su virilidad y el placer asegurado por esta forma suprema de sumisión.
Como el placer femenino no ha de ser retenido, ni cae en picado como sucede en la eyaculación, la mujer que disfruta está siempre en el cénit, navegando por las cumbres del éxtasis. Es, en este sentido, un placer desordenado, sin principio ni fin: “En su erupción voluptuosa, el cuerpo femenino es desobediencia civil a la anatomía impuesta; induce metafóricamente una nueva socialidad, un nuevo exceso; y demuestra lo siguiente, que lo genital y sus placeres localizados son una limitación a la que un día, hace poco, obligamos al cuerpo”. (Pascal Bruckner, 1977)
La sexualidad femenina confunde al hombre, según este autor, porque constituye, aun hoy en día, un tipo de sexualidad diferente a la suya, un mundo, pues desconocido y temible. El hombre nunca puede estar seguro de si su aparato sexual va a funcionar como es debido, si después de una erección podrá lograr otra. A veces se encuentra atrapado en su propio falo mientras el placer de la mujer se expande en el tiempo y el espacio: “En los orgasmos de las mujeres habitan unos universos increíbles de los que nos enamoramos locamente a pesar de su distancia insuperable. Aun cuando los gestos de la amada parecen dirigidos y dedicados a nosotros, siguen expresando las oscuras regiones que nos excluyen”. (Bruckner, 1977)
Las mujeres deben orientar y definir su erotismo de acuerdo con las normas dominantes y simultáneamente, con las específicas de su género. Las mujeres tienen así, según Marcela Lagarde, una doble asignación erótica: tienen deberes, límites, y prohibiciones, por ser miembros de una determinada cultura, y otros específicos por ser mujeres.
Una de las razones por las que existen entre 85 y 114 millones de niñas y mujeres mutiladas en el planeta es porque se piensa que sin capacidad para tener orgasmo, serán mujeres fieles a sus maridos. Si se mutilan masivamente es porque se sabe que todas las mujeres tienen una sexualidad tan “fuerte” o mayor que la del hombre, y por eso se trata de eliminarla. Porque se entiende el cuerpo femenino como para ser usado por un hombre, no para ser disfrutado por la propia mujer. Y también porque se entiende que la sexualidad femenina ha de ser controlada, constreñida, arrancada, para que no se desparrame.